La erupción dentaria se define como el movimiento del diente desde su sitio de formación dentro del hueso alveolar hasta el plano oclusal de la cavidad bucal en un período cronológico determinado. Este proceso se afecta por diversos factores, siendo uno de los más importantes el estado nutricional, que, durante el período de crecimiento ejerce un efecto en el desarrollo dental, incidiendo en la erupción de dientes temporales y permanentes, por lo que objetivo de esta investigación es establecer la posible relación entre el índice nutricional y la fase de erupción de primer molar inferior permanente en niñas de los grupos etarios de 5 a 9 años de la Unidad Educativa " Pedro Briceño Méndez" El Vigía. Municipio Libertador. Edo Carabobo. Venezuela. Se trata de un estudio epidemiológico descriptivo transversal con una muestra total de 101 niñas entre 5 y 9 años entre abril de 2024 y mayo de 2024. Se demuestra que la población estudiada presenta un Índice de Masa Corporal (IMC) en normopeso con una relación de moderada a nula entre su estado nutricional y el grado de erupción del primer molar inferior, por consiguiente, la relación del IMC con la fase de erupción de los dientes permanentes es significativo y permite a los profesionales identificar tendencias en el desarrollo temprano o retrasado de la dentición.
Palabras clave: IMC-Edad, erupción dental, estado nutricional
Tooth eruption is defined as the movement of the tooth from its site of formation within the alveolar bone to the occlusal plane of the oral cavity in a given chronological period. This process is affected by various factors, one of the most important being nutritional status, which is expressed in the ability to adequately increase weight and height in children. Nutrition during the growth period has an effect on the dental development, influencing the eruption of temporary and permanent teeth, so the objective of this research is to establish the possible relationship between the nutritional index and the eruption phase of the first permanent lower molar in girls in the age groups of 5 to 9 years of the Educational Unit "Pedro Briceño Méndez" El Vigía. Libertador Municipality. Edo Carabobo. Venezuela. This is a cross-sectional descriptive epidemiological study with a total sample of 101 girls between 5 and 9 years old between April 2024 and May 2024. It is shown that the population studied has a BMI at normal weight with a moderate to null relationship between their status nutritional status and the degree of eruption of the lower first molar, therefore, connecting BMI with the timing of eruption of permanent teeth allows professionals to identify trends in early or delayed development.
Key words: BMI-age, tooth eruption, nutritional status
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La evolución del ser humano es un período dinámico, en el cual cada individuo pasa por diferentes períodos que implican un grado de maduración progresivo, por tanto, la apreciación de la edad de una persona se basa en la determinación y cuantificación de los acontecimientos que ocurren durante los procesos de crecimiento y desarrollo. De allí que el fenómeno de la erupción dentaria, que generalmente presenta una secuencia constante, se relacione con estos procesos fisiológicos.
Ahora bien, la erupción dentaria se define como el movimiento del diente desde su sitio de formación dentro del hueso alveolar hasta el plano oclusal de la cavidad bucal en un período cronológico determinado1, éste es bastante amplio lo cual comprende un rango de años, por lo que abarca un periodo de edad y está influenciado por elementos de índole biológico donde se encuentran la genética, el género, la talla y peso, la morfología craneofacial, los factores hormonales, sistémicos y factores socioeconómicos.
De allí que el orden de la erupción de las denticiones sea un factor importante en la conformación y oclusión de los arcos dentales permanentes; como consecuencia de la erupción de órganos dentarios inmersos en el mecanismo fisiológico que implica el crecimiento y desarrollo del individuo; por tanto, aspectos relacionados con la dentición han sido asociados a diversos factores medioambientales, nutricionales y genéticos que influyen sobre el cuerpo humano desde antes del nacimiento y que afectan a las estructuras dentales, a su capacidad de erupción así como su secuencia de aparición en los arcos dentales2.
De todos los factores que influyen en la erupción de los dientes uno de los que influye en el proceso es la nutrición; el estado nutricional que se expresa en la capacidad de incrementar en forma adecuada el peso y la estatura en los niños, por lo que reportes han demostrado que la nutrición durante el período de crecimiento ejerce un efecto en el desarrollo dental, incluido el retraso en la erupción de dientes temporales y permanentes, anomalías dentales congénitas y mala salud bucal3.
Si bien es cierto que existen múltiples métodos descritos en la literatura sobre la evaluación del estado nutricional no existe un método que pueda ser considerado como modelo ideal, por lo que el clínico debe emplear el más adecuado con base en las características del individuo, sus condiciones fisiológicas, ambientales o alguna patología adyacente4. Basándose en esto, se han iniciado estudios multicéntricos longitudinales para determinar la relación exacta entre el índice de masa corporal (IMC) y el desarrollo dental. A diferencia de las evaluaciones del IMC para adultos, las evaluaciones para niños y los adolescentes toman las diferencias específicas de crecimiento y género en cuenta. Entre los niños, los valores específicos del IMC se denominan como "IMC para la edad", según lo establecido por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos de América (CDC)5.Siendo así, el índice de masa corporal (IMC) ha sido uno de los indicadores más comunes determinar y comparar el crecimiento somático entre un gran grupo de personas, especialmente los niños. Además, es uno de los métodos más comunes y sencillos para evaluar el estado nutricional de un individuo. También conocido como Índice de Quetelet, el IMC se define como el peso de una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de la altura en metros6. Generalmente se calcula mediante la fórmula: IMC = Peso (Kg) / Talla 2 (m)
En tal sentido, y considerando que en el estudio de la cronología de erupción dentaria se han empleado diferentes tablas entre ellas las de Logan y Kronfeld, conocidas desde 1933 y otras propuestas por diferentes autores ofrecidas para otras poblaciones como la de Hurme en 1949, Moyers en 1992 y Proffit en el año 2001, se reportan investigaciones al respecto de la secuencia de erupción, que, si bien existe un patrón general, no todos los individuos obedecen a la misma secuencia.
En América Latina, existen escasas investigaciones que posibiliten demostrar las diferencias en las fases en el proceso de erupción. Sin embargo, un estudio realizado en Puerto Alegre, Brasil, demuestra que las niñas son generalmente más precoces en el proceso de erupción y que las niñas mostraron mayores dientes erupcionados que los varones7.
En Venezuela publicaciones realizadas señalan diferencias en la erupción dentaria de los niños venezolanos, explicando estas en función de la edad, e intentan profundizar en el análisis incorporando variables como la situación socioeconómica del niño y los hábitos alimentarios8.
Sin embargo, clínicamente se ha demostrado la correlación que existe entre el peso, la estatura y la erupción dental evidenciándose que la maduración dental y esquelética aparece antes en el grupo femenino, además se señala la necesidad de construir tablas de evaluación del crecimiento y desarrollo que incluyan las edades de erupción dental para los diferentes grupos etarios porque el crecimiento es un fenómeno multifacético que afectan a ambas denticiones9.
La importancia de esta investigación se fundamenta en los escasos estudios realizados en Venezuela sobre este tema y el insuficiente conocimiento de la influencia de estos índices en el proceso eruptivo. Este estudio pretende ser una contribución en este empeño, por lo que tuvo como intención establecer la posible relación entre el índice nutricional y la fase de erupción de primer molar inferior permanente en niñas.
El objetivo de este artículo es relacionar el estado nutricional con el IMC como indicador y la fase de erupción del primer molar permanente inferior de las niñas de los grupos etarios de 5 a 9 años de la Unidad Educativa " Pedro Briceño Méndez" El Vigía. Municipio Libertador. Edo Carabobo. Venezuela.
La dentición permanente resulta de vital importancia pues será la que se mantendrán en la cavidad bucal durante toda la vida del individuo, aunque en la mayoría de la población con el pasar de los años, la presencia de enfermedades y otros factores terminan por ausentarse algunos dientes
Al respecto de la secuencia de erupción, se ha observado que, si bien existe un patrón general, no todos los individuos obedecen a la misma secuencia. Las variaciones más representativas se observan en relación con el sexo del individuo. Múltiples estudios coinciden en que los procesos eruptivos inician primero en las niñas con una coincidencia del lado derecho e izquierdo10, no obstante, ha sido un tema controvertido en cada región del mundo y que tiene sus características en dependencia de cada lugar.
Los dientes permanentes erupcionan después de la caída de los dientes temporales, y cada diente tiene una edad particular de erupción y sigue una secuencia de erupción. El primer diente permanente que erupciona es el incisivo central a los 6 años seguidos de los primeros molares11. Cambios en el patrón de erupción causan maloclusión y apiñamiento, lo que conduce a una mala higiene bucal y a trastornos periodontales3.
La erupción dental es un proceso biológico continuo mediante el cual los dientes en desarrollo emergen a través de los maxilares y la mucosa que los cubre para entrar en la cavidad bucal y contactar los dientes del arco opuesto. Varios estudios han demostrado que la erupción de los dientes permanentes es un evento ordenado, secuencial y específico de la edad. En general, se ha descubierto que los dientes permanentes erupcionan entre las edades de 5 a 13 años, excepto los terceros molares, que lo hacen entre los 17 y los 21 años. Además, se ha informado que el tiempo de erupción dental y la secuencia de erupción dental varían con las razas12.
También se ha informado que algunas otras variables como la genética, los factores hormonales, la ubicación geográfica, la etnia, el sexo, el estado económico, la nutrición y el crecimiento ejercen su influencia sobre el tiempo de erupción dental6.
Algunos estudios han indicado una relación entre los tiempos de erupción con el peso y la altura de los niños. Se ha demostrado que los niños que están por debajo del peso y estatura tienen una erupción más tardía que aquellos que están dentro del rango estándar.
El tiempo y la secuencia de erupción de los dientes permanentes han sido estudiados por varios investigadores en muchas partes del mundo. El orden de aparición y la posición de los dientes son factores importantes en el crecimiento y desarrollo de la oclusión y la masticación. Las tablas de erupción sirven para hacer estimaciones en caso de desviaciones notables de normalidad11.
La erupción de los dientes permanentes se ha dividido clásicamente en tres periodos. El primer periodo ha sido denominado dentición mixta temprana o fase transicional está comprendida entre los 6 y 8 años. A los 6 años erupcionan los primeros molares superiores e inferiores y los incisivos centrales inferiores, este periodo se completa a los 8 años con la erupción de los incisivos laterales superiores. El segundo periodo transicional comienza en promedio a los 10 años y dura alrededor de 2 años.
Este segundo periodo puede ser dividido en tres etapas. La primera etapa está caracterizada por la erupción de los caninos inferiores y primeros premolares inferiores y superiores. En segundo lugar, erupcionan los segundos premolares superiores e inferiores y más adelante los caninos superiores (a la edad de 11 años). Los segundos molares completan el segundo periodo (a los 13 años). El tercer periodo erupciona los terceros molares (entre los 17 y 25 años)11
Habitualmente el primer diente permanente que erupciona es el primer molar mandibular aproximadamente a los 6 años, pero a menudo el incisivo central inferior permanente puede aparecer al mismo tiempo o incluso antes.
Sin embargo, dar fechas exactas en relación a la erupción de las piezas temporales, es complejo ya que como se ha mencionado antes existen factores que pueden influir sobre la erupción de estos dientes, factores como el sexo, dieta, nivel socioeconómico, entre otros.
Un elemento importante a tomar en cuenta son los tiempos de erupción de las denticiones primaria y permanente. Muchos de los estudios se centran en el momento en que diferentes dientes penetran en la encía superpuesta y aparecen en la boca, a la vez que los estudios también muestran que los tiempos de erupción son específicos de género. Los dientes de las niñas entran en erupción antes que los niños 13Entonces, el proceso de recambio dentario dura entre seis y ocho años, en los que coexisten en la boca dientes deciduos y permanentes, consta de dos fases: en la primera fase exfolian los ocho incisivos temporales centrales y laterales superiores e inferiores que son sustituidos por los permanentes; en esta etapa también emerge el primer molar permanente. Este período se conoce como dentición mixta de primera fase o primer periodo transicional.
En una segunda fase se presenta la exfoliación de caninos y molares deciduos reemplazados por los caninos y premolares permanentes. La edad promedio oscila entre los 9 y 13 años donde también erupciona el segundo molar permanente, este periodo se conoce como dentición mixta de segunda fase o segundo periodo transicional 14.
Por tanto, la edad cronológica para la erupción de los dientes permanentes es seis años al iniciar así el primer periodo transicional, entre los 6 y 7 años emergen los incisivos centrales inferiores, entre 7 y 8 años aparecen los incisivos centrales superiores e incisivos laterales inferiores, y entre 8 y 9 años erupcionan los incisivos laterales superiores. A partir de los 9 y 10 años empieza el segundo periodo transicional con la erupción de los caninos inferiores, entre los 10 y 11 años emergen los primeros premolares superiores e inferiores, a los 11 y 12 años se da la erupción de los caninos superiores y segundos premolares inferiores, y este periodo finaliza entre los 11 y 13 años con la erupción de los segundos molares inferiores y por último, los segundos molares superiores 14.
Otro elemento importante dentro del fenómeno de erupción dentaria es el orden en que deben erupcionar los dientes en cada maxilar, se entiende que debe existir un orden específico a fin que permita un desarrollo normal de la oclusión, por consiguiente, en el maxilar superior, la secuencia de erupción de la dentición permanente se da a partir de la erupción del primer molar, la emergencia de los incisivos centrales, laterales, el primer bicúspide o premolar, segundo premolar, y posteriormente se observa la erupción del canino y segundo molar 13.
Por su parte, en el maxilar inferior, la secuencia de erupción dental normalmente inicia igual que en el superior con la erupción del primer molar, continuando con los incisivos centrales y laterales, pero a diferencia del maxilar superior el diente siguiente en erupcionar es el canino, continuando con el primer premolar, segundo premolar y segundo molar inferior permanente 13.
Entonces, si bien existe un patrón general, no todos los individuos obedecen a la misma secuencia. Las variaciones más representativas se observan en relación con el sexo del individuo. Múltiples estudios coinciden en que los procesos eruptivos inician primero en las niñas con una coincidencia del lado derecho e izquierdo, encontrando que el primer grupo de dientes permanentes en erupcionar estaba conformado por el primer molar; al comparar por género se observó que el proceso de erupción ocurre más temprano en las niñas que en los niños. Esta situación estaría asociada a factores hormonales dado que la maduración se presenta en forma más temprana en las niñas14.
En lo que respecta a la erupción en el maxilar superior y en la mandíbula, los dientes, en general, erupcionan primero en la mandíbula, según publicaciones recientes esta tendencia continúa, además es un proceso simétrico en ambos maxilares. Asimismo, se ha descrito que el patrón de erupción tiene cierta precisión en los dientes homólogos, es decir, que la erupción del lado izquierdo-derecho no debe desviarse por más de 2-4 meses, o sea, que cuando el tiempo previsto de la erupción en un lado se exceda por más de 4 meses se considera erupción retrasada15.
Según Mayoral, la dentición permanente consta de cuatro incisivos, dos caninos, cuatro premolares y cuatro molares en cada maxilar, además un tercer molar que se encuentra sujeto a anomalías de número, forma y posición. En cuanto al brote de los dientes permanentes se establece que lo hacen con intervalos de un año entre cada grupo. Por tanto, los dientes permanentes aparecen por pares homólogos generalmente, en el siguiente orden: Primeros molares: 6 años, Incisivos centrales: 6 años los inferiores y 7 los superiores. Incisivo lateral: 7 años los inferiores y 8 los superiores. Caninos: 10 los inferiores y 11 los superiores. Primer Premolares superiores e inferiores: 10½ años. Segundos Premolares superiores e inferiores: 11 años. Segundos molares: 12 años.
Por último, es importante considerar los criterios e indicadores establecidos por la Federación Dental Internacional (FDI) el cual refiere los grados de erupción para los dientes permanentes, estableciéndolo en valores que van de 0 a 3; con los siguientes descriptores; son 0 para los no erupcionados, 1 emergencia clínica o 1/3 erupcionado de la corona del diente, 2 parcialmente erupcionado o hasta 2/3 de la corona del diente y 3 erupción completa o 3/3 de la corona del diente erupcionado, que finalmente determinaran la total y funcional erupción de un diente16.
Para Martínez y Martínez17 el estado nutricional representa la situación en la que el niño se encuentra en relación con la ingesta de alimentos, cómo estos son aprovechados por su organismo y si son suficientes para responder al gasto dado por los requerimientos nutricionales para su edad, sexo, estado fisiológico y actividad física. Si la ingesta de alimentos es balanceada, el aprovechamiento biológico de los nutrientes será adecuado; esta relación se verá reflejada en la salud corporal del infante.
Calvo et al 18 señalan que los primeros años de la vida constituyen una fase dinámica en el proceso de crecimiento y a su vez vulnerable a las condiciones sociales, económicas y ambientales. Para determinar el estado nutricional se utiliza la anamnesis (exploración de los antecedentes familiares y personales); la exploración clínica; la exploración antropométrica; y exploraciones complementarias, como exámenes de hematología, evaluación proteica, parámetros bioquímicos, y radiografías de carpo18.
La antropometría permite la obtención con técnica adecuada del peso, la talla, longitud de extremidades, perímetros o circunferencias corporales, medida de espesores de pliegues cutáneos. Medidas estas de ayuda para detectar en fases precoces las desviaciones patológicas. El niño, en cada momento de su vida, tiene un peso ideal dependiente de su talla, de allí que las medidas obtenidas se contrastan con los patrones de referencia, lo que puede hacerse fácilmente mediante percentiles (o calculando puntuaciones Z)17.
Entre los parámetros antropométricos están el peso (P), indicador de la masa global, informa del estado nutricional actual, la talla (T) es importante para valorar el crecimiento en longitud, así como el Perímetro cefálico, considerando que un percentil menor de 5 es indicativo de la existencia de microcefalia, de malnutrición crónica intrauterina o durante la primera infancia.
También está la relación peso-talla que determina el estado nutricional de un niño en el momento de la exploración, o cuando no se conoce con exactitud la edad del paciente, representando los percentiles 90 y el 10 los límites de la obesidad y la malnutrición, respectivamente y el Índice de Masa Corporal (IMC), que estable la relación Peso (kg)/talla2 (m) a fin de distinguir el sobrepeso (percentil 80 - percentil 97); la obesidad (percentil > 97); y valores de IMC < percentil 10 se relacionan con desnutrición aguda17.
El estado nutricional es el resultado del requerimiento de diferentes alimentos y de la ingesta, absorción y utilización de los nutrientes contenidos en los alimentos2; afectando el estado nutricional afecta el crecimiento y el desarrollo del cuerpo. La deficiencia nutricional puede retrasar el crecimiento y el tamaño corporal y proporciones, composición química y la calidad y textura de ciertos tejidos, como como huesos y dientes. En niños, aumento o disminución de la cantidad de grasa corporal puede provocar enfermedades relacionadas con el peso y otros problemas de salud. Este aumento o disminución del peso corporal se puede medir directamente por el IMC. La literatura muestra que existe una importante relación entre el IMC y el estado de higiene bucal5, de allí que la Asociación Dental Americana ha reconocido la importancia de la nutrición y su influencia directa en el desarrollo dental.
Existen múltiples estudios que han relacionado el estado nutricional y la salud bucal; el sobrepeso y la obesidad infantil la empeoran representando un factor de riesgo para el desarrollo de caries, enfermedad periodontal y calidad de vida14. Cambios en la forma, tamaño y erupción dental se han asociados con déficit de calcio y fósforo durante el desarrollo dental. Se han observado alteraciones en la secuencia de erupción y retraso eruptivo dental relacionados con factores biológicos como nacimientos prematuros, con bajo peso al nacer, que presenten trastornos endocrinos y con factores sociales como el bajo nivel socioeconómico14.
Por tanto, las variaciones del índice antropométrico IMC evidencian trastornos de la alimentación, sin obviar que la deficiencia pueden no ser solo resultado de la carencia nutricional. Son pocos los estudios realizados sobre la influencia del peso y la talla en la cronología de la erupción dental en Venezuela; en la mayoría de los estudios sobre cronología dental no se le asocia con otros eventos del crecimiento somático. La erupción dental debe considerarse como un indicador de madurez, asociado con el crecimiento y desarrollo del individuo17.
El estado nutricional del niño se puede evaluar mediante el IMC y en vista de que la nutrición juega un papel importante en la erupción de los dientes y desarrollo, es necesario saber si el IMC ha influido en la cronología de las diferentes fases de erupción dental. Ahora bien, según las curvas del IMC, de la Organización Mundial de la Salud lo estados nutricionales de los niños se dividen en cuatro grupos: bajo peso, normal, sobrepeso y obesidad4.
Este IMC es un parámetro utilizado para evaluar la relación entre peso y talla, basándose en la fórmula matemática: IMC= Peso (kg)/talla2 (m) parámetros más usados en la antropometría, en vista de que una de sus principales ventajas es ser de bajo costo y fácil uso en cualquier situación; no obstante, en el caso del IMC los valores pueden variar dependiendo del sexo y edad del niño; por lo que su uso se limita debido a que es necesario ubicar su equivalente en percentiles, que representan el indicador clínico más utilizado para evaluar el tamaño y los patrones de crecimiento de los niños individuales a nivel mundial, por lo general, los percentiles clasifican la posición de un individuo al indicar qué porcentaje de la población de referencia el individuo igualaría o superaría5.
Como se mencionó anteriormente, para el cálculo del IMC en individuos de 2 a 20 años la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera aspectos como la edad, el sexo y el percentil; no obstante, también se debe tomar en cuenta la puntuación Z; siendo ésta la desviación del valor para un individuo del valor medio de la población de referencia dividido por la desviación estándar para la población de referencia, por lo tanto, tienen una relación directa con percentiles, una conversión puede ocurrir en cualquier dirección usando una tabla de distribución normal estándar; el puntaje Z es el más conveniente en la evaluación del crecimiento y el estado nutricional, porque permite iguales puntos de corte para todos los indicadores antropométricos, su trato estadístico y matemático, así como un control evolutivo. Por lo tanto, por cada puntuación Z hay un percentil correspondiente y viceversa19.
De allí que el cómputo del IMC en el caso de los niños se realiza con calculadoras especiales que consideran la edad, estatura y peso obteniendo diferentes valores de IMC, percentil y puntuación Z, para posteriormente interpretar dichos valores de IMC en función al sexo del niño y percentil para así determinar el estado nutricional del individuo, según lo determinado por la OMS4 presentado en la tabla 1:
Se realizó un estudio epidemiológico descriptivo transversal con una muestra total de 101 niñas entre 5 y 9 años. Se llevó a cabo entre abril de 2024 y mayo de 2024. La población accesible de estudio es intencional no probabilística de la Unidad Educativa " Pedro Briceño Méndez" .El Vigía. Municipio Libertador. Edo Carabobo. Venezuela.
Los criterios de selección de la muestra fueron pacientes sin patología dental, sobre todo de desarrollo como agenesias y supernumerarios, niñas sanas, sin síndromes ni alteraciones sistémicas, considerándose para criterios de inclusión, niñas que se encuentran entre los 5 a 9 años de edad, nacidas con un periodo gestacional normal cuyos padres o representantes autorizaron y firmaron el consentimiento informado para el estudio. Por el contrario, se excluyeron del presente estudios aquellas niñas nacidas prematuramente que no se encuentren en la edad establecida para la investigación que presenten condiciones especiales, cuyos padres o representantes no hayan firmado el consentimiento informado.
El número de unidades que conforman la muestra es de tipo no probabilístico, intencional, ya que la selección de los elementos depende del criterio de las investigadoras. Las unidades de estudio se han definido de tal modo que a través de ellas se pueda dar una respuesta completa, e imparcial, a la interrogante de la investigación, sustentados en lo anteriormente expuesto y de acuerdo con el propósito de esta investigación, se definen como las unidades de estudio en este caso los primeros molares inferiores permanentes derechos (UD 46) y primeros molares inferiores permanentes izquierdos (UD 36)
La observación fue realizada por un solo examinador con la ayuda de un asistente con el fin de minimizar errores. Se utilizó una ficha para registrar los datos de las niñas, anotando las iniciales, la edad, el sexo, la fecha de investigación, el grado de escolaridad, la talla y el peso y el estado de la erupción de los dientes usando el sistema de dos dígitos de la Federación Internacional Dental.
Se midió la estatura con ayuda de un tallímetro con una precisión de 0,01m y se calculó el peso con una báscula con una precisión de 0,1kg, para posteriormente establecer el estado nutricional del niño se evaluó calculando el IMC (kg/m2) según los parámetros de la OMS y sus percentiles19.
El examen bucodental propiamente dicho fue realizado a plena luz del día con el niño acostado boca arriba en un banco de madera la cabeza apoyada en el regazo del examinador que estaba sentado en la posición 12 e inclinado hacia delante para tener acceso completo a la cavidad bucal. El registro de los dientes permanentes emergidos se realizó tras una exploración intraoral con la iluminación led y con ayuda de un espejo intraoral, contemplando la fase de erupción dentaria como el momento en el que el diente penetraba la mucosa gingival y se hacía visible clínicamente, según criterio descrito por Valenzuela19 presentado en la tabla 2:
Toda la información obtenida se registró en la matriz de sistematización en una hoja de cálculo Excel 2016 donde se procesaron con el programa estadístico IBM SPSS Statistic versión 26 tabulándose estableciendo las tablas de frecuencia, de las fases de erupción dentaria y la Prueba de coeficiente de correlación de Spearman con un nivel de significancia de 0,05, puesto que se trata de un trabajo de tipo correlacional con una muestra constituida por 101 niñas lo que lleva a conocer los resultados de las variables estudiadas.
De la muestra, la mayoría, 80,2%, presenta peso saludable, situación que se observa igualmente en todas las edades evaluadas. Por otra parte, se indica que 11,9% de las niñas objeto de estudio tienen bajo peso, 4% sobrepeso y 4% obesidad.
Se tiene que entre las de 5 años de edad en el 72% no hay presencia del órgano dental en boca, 24% tiene presencia del borde incisal o borde cuspídeo en contacto con la saliva hasta 1/3 de la corona, y 4% tiene presencia del órgano dental hasta la mitad de la corona.
Entre las de 6 años de edad 39,4% tiene presencia del órgano dental hasta la mitad de la corona; en el 30,3% no hay presencia del órgano dental en boca; 27,3% tiene presencia del borde incisal o borde cuspídeo en contacto con la saliva hasta 1/3 de la corona y 3% tiene presencia del órgano dental en oclusión.
Ahora bien, entre las de 7 años de edad 65,6% tiene presencia del órgano dental hasta la mitad de la corona; 31,3% tiene presencia del órgano dental en oclusión y solo en el 3,1% no hay presencia del órgano dental en boca, mientras que las de 8 años de edad en 6 de cada 10 de ellas, es decir 60% tiene presencia del órgano dental en oclusión mientras que el 40% restante tiene presencia del órgano dental hasta la mitad de la corona. En la única niña de 9 años de edad hay presencia del primer molar permanente inferior izquierdo en oclusión.
En este caso se observa tiene que entre las de 5 años de edad poco más de las tres cuartas partes, exactamente en el 76% no hay presencia del órgano dental en boca, 20% tiene presencia del borde incisal o borde cuspídeo en contacto con la saliva hasta 1/3 de la corona, y 4% tiene presencia del órgano dental hasta la mitad de la corona.
Entre las de 6 años de edad 36,4% tiene presencia del órgano dental hasta la mitad de la corona; en un tercio de ellas es decir en el 33,3% hay presencia del borde incisal o borde cuspídeo en contacto con la saliva hasta 1/3 de la corona; en el 27,3% no hay presencia del órgano dental en boca; y 3% tiene presencia del órgano dental en oclusión.
Entre las de 7 años de edad 62,5% tiene presencia del órgano dental hasta la mitad de la corona; 34,4% tiene presencia del órgano dental en oclusión y solo en el 3,1% no hay presencia del órgano dental en boca. Entre las de 8 años de edad en 6 de cada 10 de ellas, es decir 60% tiene presencia del órgano dental en oclusión mientras que el 40% restante tiene presencia del órgano dental hasta la mitad de la corona. En la única niña de 9 años de edad hay presencia del primer molar permanente inferior derecho en oclusión.
Por otra parte, a fin de determinar la relación entre el estado nutricional y la fase de erupción dentaria del primer molar permanente inferior izquierdo de la muestra estudiada se aplicó el coeficiente de correlación de Spearman debido a que ambas variables se clasifican como cualitativas de escala ordinal, así los resultados evidencian que solo a la edad de 5 años existe relación entre el estado nutricional y la fase de erupción dentaria del primer molar permanente inferior izquierdo, p = 0,016 < 0,05 y un valor de –0,478; por lo tanto se puede afirmar que en las niñas de 5 años existe relación moderada entre el estado nutricional y la fase de erupción dentaria del primer molar permanente inferior izquierdo.
En el caso de la relación entre el estado nutricional y la fase de erupción dentaria del primer molar permanente inferior derecho, también se aplicó el coeficiente de correlación de Spearman así los resultados evidencia que no existe relación entre el estado nutricional y la fase de erupción dentaria del primer molar permanente inferior derecho en ninguna de las edades estudiadas, ya que todos lo p-valor resultaron ser mayores al nivel de significancia 0,05; por lo tanto se puede afirmar no existe relación entre el estado nutricional y la fase de erupción dentaria del primer molar permanente inferior derecho.
En la dentición permanente la mayoría de los autores coinciden en que la erupción dentaria es más precoz en niñas, debido a los factores hormonales; otros afirman que en las niñas existe una rápida terminación de la formación de la raíz y cierre apical, que puede llevar a una acelerada erupción, es decir, al vincularlo con un acelerado desarrollo físico20-21. Autores afirman que el cromosoma X está ligado a la formación del diente; de ahí la diferencia en el tiempo del desarrollo del diente entre géneros.
El presente estudio no encontró relación importante entre el IMC y la alteración de la cronología de la erupción dentaria puesto que en la población no se encontraban niñas con el IMC alterado, coincidiendo con Popescu et al 22, quienes determinaron correlaciones moderadas significativas entre los valores del IMC con la erupción dentaria.
Sin embargo, hay que destacar que el primer molar permanente inferior izquierdo presenta una relación moderada entre el estado nutricional y la fase de erupción dentaria en las niñas de 5 años, por el contrario, no existe relación entre el estado nutricional y la fase de erupción dentaria del primer molar permanente inferior derecho.
El presente estudio demuestra que la población estudiada presenta una relación de moderada a nula entre su estado nutricional y el grado de erupción del primer molar inferior, tomando en cuenta de que presenta un IMC en normopeso. Coincidiendo con Valenzuela et al 23 cuyos resultados muestran que en niñas con talla normal no se presenta erupción tardía de los molares inferiores.
Ahora bien, en cuanto a la diferencia en el tiempo de erupción de cada hemiarcada es importante considerar trabajo de Zhang et al 24 que destaca que en el orden de erupción más del 75% de los dientes erupcionan bilateralmente en un periodo comprendido de 4 meses. Lo cual sugieren que el retraso de un diente en erupcionar dentro de los 160 días siguientes a su aparición de su contraparte lateral podría servir como criterio en el diagnóstico de sospecha de retraso erupción de un diente permanente.
Comprender la conexión del IMC con el momento de erupción de los dientes permanentes permite a los odontólogos identificar tendencias en el desarrollo temprano o retrasado. Esto les permite personalizar estrategias de tratamiento, promoviendo un enfoque preciso y personalizado para mejores resultados de salud bucal en este grupo de edad.
Este estudio fue aprobado por los padres y representantes de las niñas que participaron en el estudio través de la dirección de la Unidad Educativa, se enviaron formularios de consentimiento informado a cada uno de ellos, por tanto, sólo las niñas cuyos formularios fueron firmados por uno de sus padres participaron en el estudio.
Se agradece la colaboración de las autoridades y sociedad de padres y representantes de la Unidad Educativa " Pedro Briceño Méndez" Carretera Vieja de Tocuyito sector El Vigía. Municipio Libertador. Edo Carabobo. Venezuela
RVM: Redacción del artículo, análisis de datos/interpretación de datos, revisión crítica del artículo, aprobación del artículo, acuerdo para responsabilizarse de todos los aspectos del trabajo. VFG: Redacción del artículo, análisis de datos/interpretación de datos, revisión crítica del artículo, aprobación del artículo, acuerdo de ser responsable de todos los aspectos del trabajo.
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.