La ortodoncia trata no solamente la oclusión, sino también los problemas temporomandibulares que se puedan presentar; sin embargo, se infiere, que la ortodoncia en su etapa más activa, puede causar trastornos temporo.mandibulares (TTM) en los pacientes. Metodología: Se realizó una revisión sistemática de la literatura mediante una búsqueda en PubMed, SciELO y Google Scholar, de los últimos 5 años respondiendo a la pregunta: ¿Cuál es la asociación que existe entre los tratamientos de ortodoncia y el desarrollo de trastornos temporomandibulares? Los descriptores en ciencias de la salud o terminología MESH usados fueron temporomandibular joint disorders, TMD, orthodontic treatment, y sus traducciones en español. Objetivo: Identificar si existe relación entre el tratamiento ortodóntico y el desarrollo de trastornos en la articulación temporomandibular. Conclusión: La etiología de los trastornos temporomandibulares es de carácter multifactorial. La ortodoncia podría tener tanto efectos positivos como negativos en los signos y síntomas de los TTM preexistentes o contribuir a su desarrollo, pero no existe evidencia científica significativa que vincule de manera directa o confirme el papel del tratamiento de ortodoncia en la etiología de los TTM.
Palabras clave: trastornos temporomandibulares, TTM, tratamiento post-ortodoncia.
Orthodontics treats not only occlusion, but also temporomandibular problems that may arise; however, it is inferred that orthodontics in its most active stage can cause temporomandibular disorders (TMD) in patients. Methodology: A systematic review of the literature was carried out through a search in PubMed, SciELO, and Google Scholar, from the last 5 years, answering the question: What is the association between orthodontic treatments and the development of temporomandibular disorders? The descriptors in health sciences or MESH terminology used were temporomandibular joint disorders, TMD, orthodontic treatment, and their Spanish translations. Objective: To identify if there is a relationship between orthodontic treatment and the development of disorders in the temporomandibular joint. Conclusion: The etiology of temporomandibular disorders is multifactorial. Orthodontics could have both positive and negative effects on the signs and symptoms of pre-existing TMDs or contribute to their development, but there is no significant scientific evidence directly linking or confirming the role of orthodontic treatment in the etiology of TMDs.
Key words: temporomandibular disorders, TMD, post-orthodontic treatment.
La articulación temporomandibular (ATM) es considerada una unidad funcional, que trabaja normalmente en un equilibrio neuromuscular, y es una de las estructuras faciales más complejas con características muy distintivas, ya que puede ser asiento de trastornos funcionales y estructurales del aparato temporomandibular. Para algunos autores estos trastornos son producto de la combinación entre maloclusión, tensión emocional, estrés y ansiedad, entre otros factores psicogenéticos, en dependencia de la tolerancia fisiológica o capacidad adaptativa del individuo.1,2
Los criterios actuales definen los trastornos temporomandibulares como el conjunto de signos y síntomas causados por alteraciones cuantitativas y cualitativas en la función de los componentes del aparato masticatorio.1
La ortodoncia trata no solamente la oclusión, sino también los problemas temporomandibulares que se puedan presentar; sin embargo, se sospecha que la ortodoncia en su etapa más activa, puede causar trastornos temporomandibulares en los pacientes.1
Se realizó una revisión sistemática de la literatura mediante una búsqueda en PubMed, SciELO y Google Scholar, de los últimos 5 años respondiendo a la pregunta: ¿Cuál es la asociación que existe entre los tratamientos de ortodoncia y el desarrollo de trastornos temporomandibulares? Los descriptores en ciencias de la salud o terminología MESH usados fueron temporomandibular disorders, TMD, post-orthodontic treatment. y sus traducciones en español. Los criterios de inclusión fueron: Artículos en inglés y español: Revisiones sistemáticas.
La Asociación Dental Americana (1982) define como trastornos temporomandibulares (TTM) a un grupo de alteraciones funcionales del sistema masticatorio. La disfunción temporomandibular (DTM) es frecuente en los trastornos funcionales de la articulación temporomandibular (ATM).3
La ATM es una articulación sinovial conformada por cuatro superficies articulares: la fosa glenoidea ubicada en el hueso temporal, los compartimentos superior e inferior que son divididos por el disco articular y el cóndilo de la mandíbula (Figura 1). El disco articular está unido a la cápsula situándose entre el cóndilo de la mandíbula y la cavidad glenoidea, revestida por una membrana que segrega el líquido sinovial necesario para su lubricación. Todos los elementos trabajan de forma armónica con un sistema de protección dado por los ligamentos intraarticulares o extraarticulares, por las sinoviales y por el sistema neuromusculovascular.4,5 La articulación temporomandibular desempeña un papel esencial para guiar el movimiento mandibular y distribuir las tensiones producidas por las tareas cotidianas, como masticar, tragar y hablar.4,5
Los trastornos temporomandibulares (TTM) son la mayor causa de dolor no dental en la región orofacial. Según estudios, del total de la cantidad de gente que presenta estas afecciones, entre un 10 % y un 15 % de casos con TTM, son adultos, de los cuales solo el 5% busca tratamiento. Además, la incidencia tiene el pico más elevado entre los 20 y 40 años de edad; y es más común en el sexo femenino. Los trastornos de la ATM se extienden a problemas relativos a articulaciones y músculos que la circundan. A menudo, la causa del trastorno de la ATM es una combinación de tensión muscular y problemas anatómicos dentro de las articulaciones, que se reflejan a través de los nervios que inervan la zona facial produciendo un reflejo de tipo sensitivo. Es así como se pueden encontrar luxaciones, artrosis, anquilosis y fracturas, entre otras.5,6
Estos trastornos temporomandibulares son afecciones musculo-esqueléticas degenerativas asociadas a deformidades morfológicas y funcionales. Los TTM incluyen anomalías de posición y/o estructura discal intraarticular, así como disfunción de la musculatura asociada. Los síntomas y signos incluyen sonidos de chasquido que presentan dolor en la articulación, restricción o desviación del rango de movimiento, dolor craneal y/o muscular conocido como dolor orofacial.5
Cuando un paciente presenta un daño tanto en los músculos como en las estructuras óseas relacionadas con los movimientos mandibulares, se considera una alteración, daño o trastorno de la articulación temporomandibular. Estos daños generalmente se evidencian en las áreas relacionadas directamente con la articulación y de manera interna. El daño más común se relaciona a cuando el disco se desplaza fuera de la cavidad glenoidea y cuando existe la reposición, este emite un sonido de chasquido evidenciando la presencia de un daño en la ATM.5
Los TTM son una patología multifactorial, que pueden generarse debido a causas genéticas que se desarrollan por un daño en uno de los cromosomas y una mala formación en el embarazo. Existen evidencias de signos y síntomas de los trastornos articulares que se pueden asociar con determinadas maloclusiones morfológicas y funcionales en los pacientes en desarrollo. Estudios han demostrado que la maloclusión puede causar un desplazamiento en las estructuras de la ATM, hablando específicamente del cóndilo de la mandíbula, lo que sugiere una necesidad de corregir la posición de las piezas dentales para aliviar los síntomas que los TTM pueden causar. La relación entre TTM y problemas de maloclusión, como las interferencias oclusales, las mordidas abiertas anteriores, las mordidas cruzadas anteriores y posteriores, confirman la etiología multifactorial de los TTM.5,7
Los posibles trastornos temporomandibulares que pueden presentarse luego de un procedimiento de ortodoncia son más comunes de lo que se cree, sin embargo, suelen ser ignorados ya que la información disponible para poder resolver esta problemática es escasa. El problema fundamental radica en la identificación de una relación directa entre la ortodoncia y los problemas o trastornos de la ATM. Los cuidados y trastornos que esta puede presentar son muy específicos por su condición y por los elementos que posee. Adicionalmente, esta articulación está en constante trabajo por lo que está sujeta a un sin número de daños potenciales, que pueden llegar a degenerar el estado de la salud bucodental y de la salud en general del paciente.5
Los tratamientos de ortodoncia son considerados una herramienta de prevención y de cura, logrando una armonía y una correcta relación esquelética-oclusal. Sin embargo, existen varias opiniones sobre los factores reales que van a determinar si un paciente puede desarrollar un TTM. Por ejemplo, se encuentra el caso donde un paciente con mordida clase II, o mordida profunda, tiene una mayor probabilidad de generar TTM, al igual que un paciente con mordida abierta. Además, se menciona que un paciente adulto con falta de armonía en su oclusión puede solo desarrollar síntomas, más no un trastorno como tal.5
En el año 2017 Yanarico2 realizó un estudio a 68 pacientes entre 15 y 30 años de edad, que habían concluido su tratamiento ortodóntico, para evaluar la prevalencia de trastornos temporomandibulares, y determinó que un 69.1% de los pacientes presentaban una disfunción oclusal leve y 73,53% de los pacientes ortodónticos presentaban indicio de TTM. Sin embargo, no se evaluó si antes de empezar los tratamientos ortodónticos los pacientes presentaban problemas articulares, por lo que con los resultados obtenidos no se puede afirmar que el tratamiento ortodóntico haya sido un factor etiológico desencadenante de los trastornos temporomandibulares presentados.
Coronel-Zubiate et al.8 realizaron una investigación sistemática con el objetivo de determinar la asociación entre el tratamiento de ortodoncia y la aparición de Trastornos Temporomandibulares (TTM), y concluyeron que existe una asociación entre el tratamiento de ortodoncia y el desarrollo de TTM; por lo tanto, una persona que se somete a un tratamiento de ortodoncia tiene hasta 1,84 veces más probabilidades de desarrollar algún trastorno temporomandibular.8,9
Flores et al10 realizaron una revisión bibliográfica, donde en el 90% de los estudios citados, se afirmó que el tratamiento de ortodoncia no proporcionó riesgo para el desarrollo de trastornos temporomandibulares, independientemente de la técnica utilizada para el tratamiento. La ortodoncia podría tener tanto efectos positivos como negativos en los signos y síntomas de TTM preexistentes o contribuir a su desarrollo, pero no hay evidencia significativa que vincule de manera directa el tratamiento de ortodoncia como causa de TTM.
Román Del Salto et al5 realizaron un estudio observacional, descriptivo y transversal para determinar la correlación entre la ortodoncia y las disfunciones de la articulación temporomandibular (ATM), en pacientes entre 14 y 22 años. Obtuvieron como resultados que el 54 % de los pacientes presentó un poco dolor articular, el 32 % reflejó en que el dolor que presentaban era leve y solo el 9 % padecía un dolor severo. Un 36 % de los pacientes refirieron que no sentían que se les “trababa la mandíbula” nunca y un 37 % rara vez.
Durante la fase activa de la ortodoncia, los pacientes tienden a tener menos signos y síntomas de TTM, aun y cuando existe una prevalencia alta de nuevas interferencias oclusales. Un razonamiento propuesto es que los dientes que están siendo movidos ortodónticamente, están tan sensibles a la percusión y a los contactos dentales opuestos que los pacientes disminuyen temporalmente sus hábitos parafuncionales. Una vez que los pacientes se encuentran en la fase de retención, sus dientes ya no están sensibles, sus hábitos parafuncionales reaparecen y los signos y síntomas de TTM se vuelven más prevalentes. Esto puede preparar el camino para el retorno de los síntomas de los TTM, lo que causa que algunos pacientes sientan que la ortodoncia es responsable de sus signos y/o síntomas de TTM. Esta tendencia está compuesta por la propensión de individuos en su segunda o tercera década de vida a tener un incremento en la frecuencia y la severidad de sus signos y síntomas de TTM, el cual es también el momento de su vida donde tienden a recibir tratamientos de ortodoncia. En general, el tratamiento ortodóntico no aumenta ni disminuye la probabilidad de que el paciente desarrolle TTM, aun y cuando el odontólogo logra una oclusión gnatológica ideal.2
La articulación temporomandibular es un sistema articular complejo que funciona normalmente en un equilibrio neuromuscular. Una alteración de este sistema puede producir una serie de sintomatología que altera la calidad de vida de la persona. Sin embargo, después de realizar una búsqueda bibliográfica, se evidencio que el TTM es una patología multifactorial y no existe una asociación o correlación directa entre desórdenes de la atm y el tratamiento de ortodoncia.