Objetivo: Describir la adhesión de los Brackets metálicos en diferentes tipos de superficies que pueden estar presentes en la cavidad oral. Metodología: Diseño del estudio: Revisión narrativa. Se realizó una selección electrónica de artículos publicados en las bases de datos de Pubmed, Epistemonikos y Cochrane library. Los criterios de inclusión fueron revisiones sistemáticas, revisiones narrativas, meta-análisis, ensayos clínicos controlados, ensayos in vitro y reportes de casos, además de fuentes de libros. Conclusión: La unión entre el adhesivo y el esmalte dental o la superficie restaurada o protésica es decisiva para el tratamiento con un aparato de brackets, es importante conocer los procesos de adhesión de un bracket metálico según el tipo de superficie al que se desea instalar, para que el tratamiento sea lo más efectivo posible, exista un ahorro en tiempo y no esté sujetos a errores, además de no producir daño a la superficie dentaria al ser retirado.
Palabras clave: “metallic brackets”, “bracket bonding”, “adhesion”, “acrylic surface”; “amalgam”, “ceramic surface”, “enamel surface”, “composite”, “shear bond”.
Aim: Describe the adhesion of metal brackets on different types of surfaces that may be present in the oral cavity. Methodology: Study design: Narrative review. An electronic selection of articles published in the Pubmed, Epistemonikos and Cochrane library databases was carried out. The inclusion criteria were systematic reviews, narrative reviews, meta-analyzes, controlled clinical trials, in vitro trials, and case reports, in addition to book sources. Conclusion: The union between the adhesive and the dental enamel or the restored or prosthetic surface is decisive for the treatment with a bracket appliance, it is important to know the adhesion processes of a metal bracket according to the type of surface to which you want to install, so that the treatment is as effective as possible, there is a saving in time and is not subject to errors, in addition to not causing damage to the tooth surface when removed.
Key words: “metallic brackets”, “bracket bonding”, “adhesion”, “acrylic surface”; "Amalgam", "ceramic surface", "enamel surface", "composite", "shear bond".
El tratamiento de ortodoncia involucra el uso de aparatos removibles y fijos. Está documentado que los aparatos fijos son más eficientes en la corrección de las maloclusiones que los aparatos removibles, y por esta razón son más utilizados en la práctica clínica1.
La mayor parte del tratamiento de ortodoncia se realiza en niños de 10 a 14 años y se ocupa principalmente de corregir apiñamiento y rotaciones severas. La ortodoncia, sin embargo, está aumentando entre los adultos que ahora alcanzan hasta casi un 25% de los casos en las prácticas de ortodoncia de EE. UU.2,3. Ha habido un aumento en la demanda de pacientes adultos que buscan tratamiento de ortodoncia en los últimos años, y no es raro encontrar restauraciones de amalgama, incrustaciones en oro, cerámica. coronas y prótesis fijas en estos pacientes. y es por esto que los ortodoncistas se han visto expuestos a la problemática de tener que cementar aditamentos de ortodoncia sobre piezas dentarias ya intervenidas con alguno de estos materiales4.
El éxito de un aparato fijo depende de que los brackets se adhieran a las superficies dentales y que no se desprendan durante el tratamiento. La necesidad de reemplazar brackets, durante un curso de tratamiento, ralentiza el progreso del tratamiento con un aparato fijo. También puede ser costoso en términos de tiempo clínico, materiales y tiempo invertido de educación/trabajo para el paciente5.
Los brackets están sujetos a una gran cantidad de fuerzas en la boca, lo que resulta en una compleja distribución de tensiones dentro del sistema adhesivo y sus uniones con la superficie dentaria y la base del bracket.
El presente trabajo describe la adhesión de los brackets metálicos a diferentes superficies dentales que pueden estar presentes en un paciente.
Como estrategia de búsqueda, se realizó una selección electrónica de artículos publicados en las bases de datos de Pubmed, Epistemonikos y Cochrane library. Se incluyeron palabras clave tales como: “metallic brackets”, “bracket bonding”, “adhesion”, “acrylic surface”; “amalgam”, “ceramic surface”, “enamel surface”, “composite”, “shear bond”. Los criterios de inclusión fueron revisiones sistemáticas, revisiones narrativas, meta-análisis, ensayos clínicos controlados, ensayos in vitro y reportes de casos, además de fuentes de libros. Fueron seleccionados artículos entre los años 1928 y 2021.
La palabra adhesión proviene del latín ad (para) y haerere (pegar) y se define como el estado por el cual dos superficies se mantienen juntas mediante fuerzas o energías entre los átomos o moléculas, basadas en mecanismos químicos, mecánicos o ambos con la mediación de un adhesivo. En ortodoncia la adhesión es el resultado de un conjunto de interacciones que contribuyen a unir dos superficies: la superficie dental por un lado y la base del bracket por otro6.
En 1928, Edward Angle introdujo el bracket Edgewise como “lo último y mejor en mecanismos de ortodoncia”, adheridos a los dientes por medio de bandas metálicas que rodeaban a cada unidad dentaria, conocido como técnicas multibandas, por no existir para la época materiales que permitieran la adhesión directa a las mismas7. Sin embargo, en 1955, la técnica de grabado ácido de Buonocore se presentó como un método simple para la adhesión de materiales restauradores acrílicos a la superficie de esmalte dental y con esto introduce el concepto de grabar la superficie de esmalte con un ácido fosfórico al 85%, con el fin de obtener un sustrato más retentivo8. Newman en 1965 ideó un sistema para cementar brackets ortodónticos directamente al esmalte dentario. Esto otorgó la posibilidad de poder adherir o cementar los aditamentos necesarios para obtener los movimientos deseados en las piezas dentales9.
Los dos tipos de adhesión que pueden producirse en ortodoncia son10:
Los mecanismos adhesivos primarios de cualquier material dental destinados a adherirse al tejido dental, en particular los adhesivos, cementos y últimamente también los restauradores autoadhesivos, implican: 1°) Humedecimiento de la superficie, 2°) microrretención (o enclavamiento micromecánico) y 3°) Interacción química. Para lograr una unión duradera, uno debe esforzarse clínicamente siempre por hacer un uso óptimo de estos tres mecanismos básicos de unión8.
En ortodoncia la sujeción de los aditamentos es temporal, por lo cual, la adhesión debe ser un proceso reversible que no deje daños permanentes en la superficie dentaria una vez retirados al concluir el tratamiento (6, ). Idealmente, el sistema adhesivo debería ser3:
En la actualidad, el término “adhesivo” no abarca todo el procedimiento de aplicación en varias etapas, que incluye un acondicionador, primer o imprimante y una resina adhesiva, por lo tanto, es más correcto hablar de un “Sistema adhesivo”. Es el conjunto de materiales que nos permiten realizar todos los pasos de la adhesión, es decir, nos permiten preparar la superficie dental para mejorar la reactividad del sustrato para la adhesión, también nos permiten la adhesión química y micromecánica al diente y por último se unen adecuadamente al material restaurador8.
En este complejo sistema de adhesión participan:
En relación a la superficie dentaria, en donde los brackets serán ser adheridos, la mayoría de las veces es esmalte dental, sin embargo, en la actualidad es posible que se deba posicionar un bracket sobre una obturación extensa de resina compuesta, una superficie acrílica (por ejemplo, un provisorio) o una rehabilitación de cerámica, pudiendo ser unitaria o plural.
El esmalte es reconocido como el tejido más duro del organismo y se debe a que posee un 95% de matriz inorgánica, de 0,36 a 2% de matriz orgánica y 3-5% de agua12. Está estructuralmente constituido por millones de varillas o prismas altamente mineralizados que lo recorren en todo su espesor, desde la unión amelodentinaria a la superficie externa o libre en contacto con el medio bucal presentando distintas direcciones según la zona. El conjunto de prismas del esmalte forma el esmalte prismático, que constituye la mayor parte de esta matriz extracelular mineralizada13. En el esmalte prismático se observan bastones irregularmente paralelos en cortes longitudinales; mientras que en cortes transversales adoptan una morfología en ojo de cerradura de llave antigua. Esto permite distinguir en los prismas dos regiones: la cabeza o cuerpo y la cola con terminación irregular. El esmalte aprismático, carente de prismas, se encuentra presente en todos los dientes primarios, en la zona superficial de toda la corona y en un 70% de los dientes permanentes, en mayor medida en las regiones cervicales y en zonas de fisuras y microfisuras y, en menor medida, en las superficies cuspídeas6.
Los cambios morfológicos producidos en la superficie del esmalte debido al grabado ácido fueron reportados por primera vez por Gwinnett (1971) y Silverstone (1975), quienes identificaron la micromorfología del esmalte y clasificaron el grabado del esmalte en 3 patrones: Patrón de grabado tipo 1, el ácido ortofosfórico disuelve la cabeza del prisma, quedando intacto el material periférico o sustancia interprismática. En el tipo 2, el ácido diluye la zona periférica de los prismas, dejando la cabeza del prisma relativamente intacta. En el tipo 3, el cambio de superficie no tiene características específicas, pero presenta generalmente una disolución superficial que no altera los estratos más profundos donde se ubican los prismas de esmalte. Estos 3 patrones de grabado aparecen aleatoriamente en cualquier punto del esmalte y se pueden encontrar juntos en la misma zona, aunque clínicamente solo se puede ver una superficie blanca y opaca, que muestra la cantidad, pero no la calidad de las superficies afectadas14. Silverstone, posteriormente mostró que los patrones de grabado más retentivos eran los tipos 1 y 2, debido a que la superficie porosa ofrecía áreas retentivas de mayor tamaño y profundidad. El patrón de grabado tipo 3, que no presentaba una morfología definida y profunda y carecía de la retención micromecánica, ofrecida por los dos anteriores15.
Se ha establecido firmemente que la esencia de la adhesión radica en conseguir el mejor grabado ácido, con un estado morfológico retentivo generalizado sobre la superficie del esmalte. La calidad del grabado depende del agente de grabado, la concentración de ácido, el tiempo de grabado y la composición de la superficie del esmalte14. Los valores de adhesión conseguidos entre el esmalte dental y el sistema adhesivo convencional pueden ir de los 8 MPa a 30 MPa, pero en ortodoncia son requeridos entre 4 – 10 MPa16.
Los protocolos básicos para la adhesión de brackets comprenden la preparación del esmalte por medio de su profilaxis o limpieza con la finalidad de eliminar residuos alimenticios y contaminantes del esmalte. Esto se puede realizar con pasta de pulido, como la piedra pómez o el bicarbonato, libres de glicerina para permitir una mejor adhesión. Posteriormente, se puede realizar la técnica de 3 pasos completa (4° generación) en donde se acondiciona el esmalte con ácido ortofosfórico al 37% durante 15 segundos, el cual produce una limpieza perfecta del esmalte y retira toda la película de material orgánico presente en él e incrementa la superficie retentiva, lo cual aumenta la energía superficial y mejora la retención del adhesivo y del bracket. El ácido debe ser lavado intensamente con agua durante treinta a sesenta segundos por diente. Luego, las superficies de esmalte desmineralizado se deben secar con aire no contaminado para que reciban al agente de enlace. La inspección visual del esmalte dental debe mostrar superficies completamente secas y una apariencia blanca tizosa. En esta superficie se aplica el agente de enlace o “primer”, frotándolo activamente sobre el esmalte durante 15 segundos y debe completarse con un suave secado al aire para promover la evaporación del solvente tanto como sea posible. Inmediatamente después de que todas las superficies hayan sido tratadas con el primer, el operador debe proceder con la aplicación de la resina adhesiva y polimerización según indicaciones del fabricante, para luego aplicar la resina junto con el bracket y posterior polimerización8,17.
Las investigaciones continuas sobre la tecnología de los adhesivos dentales tienen por objeto mejorar las técnicas clínicas que emplean los dentistas para adherir los materiales a base de resina a la estructura dental. Los sistemas adhesivos de grabado total o de 5° generación, de 2 pasos, combinan el primer con la resina adhesiva, lo que permite procedimientos de adhesión clínica simplificados y rápidos con una sensibilidad de la técnica relativamente baja. Implica un paso de grabado total con ácido fosfórico seguido de una fase de lavado con agua antes de la aplicación de una combinación de primer/resina adhesiva fotopolimerizable, posteriormente el posicionamiento de la resina junto al bracket8.
La combinación de acondicionamiento y preparación en un solo paso (self-etching primer) puede resultar en una mejora para el clínico (adhesistemas adhesivos de 6° generación). La característica principal de los sistemas de self-etching primers o imprimadores autograbantes en un solo paso es que no se requiere un grabado ácido separado del esmalte, ni tampoco un enjuague posterior con agua y pulverización de aire, ya que el líquido en sí tiene un componente que acondiciona la superficie del esmalte8,17.
Los adhesivos de 7° generación son los verdaderos adhesivos de autograbado de un paso o "todo en uno" que combinan las tres funciones de grabado, imprimación y adhesión en un solo paso de aplicación sin una fase de enjuague con agua8.
En los tratamientos multidisciplinarios, los dientes a menudo tienen coronas temporales durante el tratamiento de ortodoncia debido al beneficio de postergar la colocación de las restauraciones finales hasta que los dientes se hayan movido a posiciones más apropiadas. Aunque se pueden colocar bandas en algunos dientes que tienen coronas temporales, particularmente en la región posterior, ésta podría no ser una solución aceptable en las áreas anteriores debido a consideraciones estéticas. Además, las bandas no son posibles en los dientes pilares de los puentes fijos. Los dientes con bandas también se han asociado con problemas de control de la placa17.
Hoy en día, la estrategia de unión de brackets a superficies de resina acrílica se aplica a menudo en los casos de pacientes con estructuras provisionales, las que se pueden utilizar durante el tratamiento de ortodoncia en los dientes que requieren un tratamiento protésico para evitar daños en la restauración final. La mayoría de las veces, estos dientes han sido tratados en diversas especialidades antes de llegar al ortodoncista: están tratados endodónticamente, poseen un poste y un muñón cuando existe una pérdida sustancial de la estructura coronal, además de una corona provisional18.
Se debe realizar una adhesión química y mecánica para unir los brackets de ortodoncia a la resina acrílica19,20. La fuerza de unión ideal requerida de los brackets a los materiales provisionales debe ser lo suficientemente fuerte para resistir toda la duración del movimiento de ortodoncia, pero lo suficientemente débil para permitir la extracción sin daño después del tratamiento. La fuerza de adhesión mínima adecuada para fines de ortodoncia es de 6 a 8 MPa21. Se ha visto que tanto el tratamiento de la superficie como el material de cementación influyen en la fuerza de unión de los brackets metálicos adheridos a coronas provisionales fabricadas con resina acrílica4.
Como protocolo de adhesión de brackets a una superficie de resina acrílica, se ha establecido que primeramente se debe tratar la superficie de ésta. Existen muchos métodos alternativos para la preparación de la superficie antes de la unión ortodóncica, como la fresa de diamante, el microarenado, el grabado con ácido ortofosfórico al 37% y sistemas láser. Luego, debe ser lavada con un chorro de agua y secada con aire19.
Finalmente, se coloca el material de cementación, que puede ser una resina compuesta o cianoacrilato para así lograr una unión química importante para aumentar la fuerza de unión de los brackets al acrílico20. Sin embargo, se prefiere que se utilice un material acrílico como cementación de brackets, previamente activando la superficie con monómero, ya que cuando un material relativamente nuevo acaba de ser polimerizado y pulido, presenta algo más del 50% de grupos metacrilato no reactivos. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo habrá menos grupos de metacrilato no reactivos, lo que generará pocos enlaces cruzados con el nuevo material incluido y se reduce la capacidad del monómero para penetrar en la matriz. Así, la resistencia entre el material de la corona temporal y la resina insertada en la base del bracket se reduce en aproximadamente un 50%4,22.
Las cerámicas son biomateriales ampliamente utilizados en odontología protésica por sus atractivas propiedades clínicas. Son estéticamente agradables con su color, tono y brillo, y son químicamente estables. Los principales componentes de la cerámica dental son materiales inorgánicos a base de Silicio, como el feldespato, cuarzo y sílice. Las cerámicas tradicionales a base de feldespato también se denominan "porcelana". La diferencia crucial entre una cerámica regular y una cerámica dental es la proporción de feldespato, cuarzo y sílice que contiene la cerámica. Una cerámica dental es un sistema multifásico, es decir, contiene una fase cristalina dispersa rodeada por una fase amorfa continua (una fase vítrea). Las cerámicas dentales modernas contienen una mayor proporción de la fase cristalina que es mejora significativamente las propiedades biomecánicas de la cerámica. Ejemplos de estas cerámicas altamente cristalinas incluyen disilicato de litio y zirconia22.
A medida que aumentan las preocupaciones de los pacientes por la estética y se utiliza cerámica para las áreas frontales y laterales en la prostodoncia, los ortodoncistas deben elegir entre varios protocolos diferentes con respecto a la unión de brackets a diferentes restauraciones dentales, específicamente restauraciones de cerámica23. Sin embargo, la unión a la cerámica puede resultar difícil debido a los procedimientos de alta toxicidad y al riesgo de daños en la superficie, además de presentar mayor tasa de fallo en comparación con la unión a esmalte24,25.
Se han utilizado varias técnicas para unir brackets a superficies de porcelana y se diferencian en la preparación de la superficie y el agente de unión aplicado. Se ha utilizado el ácido fosfórico y el ácido fluorhídrico, en algunas técnicas se utiliza el silano y en otras, la asperización de la superficie creando microrrugosidades24). Independiente de la técnica, los objetivos que se desean lograr son una adhesión suficientemente resistente para durar todo el tratamiento y no fracturar la cerámica durante la remoción del bracket26.
Para obtener retención en la cerámica, existen las siguientes posibilidades: retención micromecánica, química y combinación de ambas. La retención micromecánica puede ser obtenida a través de la asperización de la superficie o creación de microrrugosidades utilizando fresas de diamante y ácido fluorhídrico al 8 o 9%. La retención química puede ser alcanzada con utilización de silano, que es un agente que promueve la unión química entre la porcelana y el adhesivo del cemento de resina. El hecho de utilizar ácido fluorhídrico aumenta la fuerza de unión adhesiva por la capacidad del ácido para reaccionar con la fase de sílice, lo que crea una retención micromecánica a través de microcanales. El grabado de ácido fluorhídrico aumenta el área de superficie, que ayuda a penetrar el cemento de resina en los microcanales creados25,28.
Lo que se ha descrito como el protocolo ideal es: aislamiento apropiado de la corona donde se va a adherir el bracket, especialmente la encía marginal. Posteriormente, si la corona está glaseada, proceder a eliminar el glaseado con microarenado con óxido de aluminio 50 µm por 3 segundos, aunque si este paso no puede ser realizado, en el que sigue lo eliminará igualmente. Se continúa con el grabado con ácido fluorhídrico al 9,6% durante 60 segundos, enjuagado con spray de agua durante 30 segundos y luego secado con aire hasta lograr ver una superficie tizosa como cuando se graba el esmalte con ácido ortofosfórico. Teniendo en cuenta los efectos nocivos del grabado con ácido fluorhídrico, otro paso apropiado es el pulido mecánico con chorro de arena seguido de una aplicación de silano Finalmente, el grabado del ácido fluorhídrico debe ir seguido de una aplicación de silano y luego, la resina adhesiva8,17,24,27.
En los últimos tiempos, los pacientes de mediana edad y las personas mayores también han buscado tratamiento de ortodoncia. En sus tratamientos dentales anteriores es muy probable que hayan recibido restauraciones de amalgama o metal que pueden ser de tamaño y complejidad variado, y se encuentran comúnmente en los molares mandibulares, con tratamientos que varían desde pequeñas restauraciones en la fosa bucal hasta restauraciones de toda la superficie bucal del diente. Generalmente se encuentran en condiciones clínicamente aceptables y no es necesario reemplazarlas cuando se requiere un tratamiento de ortodoncia. Sin embargo, es probable que los ortodoncistas se encuentren con frecuencia problemas de unión de los brackets de ortodoncia sobre amalgama. El reemplazo de la amalgama con resina compuesta es una solución común en restauraciones de pequeño tamaño. Sin embargo, reemplazar una obturación de amalgama con resina compuesta puede producir vapor de mercurio, que es tóxico, durante la remoción de la amalgama y, además, el reemplazo de cualquier restauración por otra inevitablemente resulta en una mayor destrucción de la estructura dental27,28,29.
La amalgama ha sido tradicionalmente el material de restauración de elección para restauraciones posteriores, debido a su facilidad de uso, resistencia y longevidad superior. En un molar que tiene una gran restauración de amalgama, muchas veces se prefiere cementar una banda de ortodoncia. Sin embargo, el uso de estos dispositivos a menudo provocab la acumulación de placa dental, lo que aumenta el riesgo de caries dental, gingivitis y enfermedad periodontal y, a menudo, quedan espacios interdentales después de la eliminación de las bandas29,30.
Para resultados clínicos satisfactorios, una fuerza adhesiva entre 5,9 y 7,8 MPa sería conveniente en la adhesión del bracket a amalgama31
Si los brackets de ortodoncia se van a unir a las superficies de amalgama, idealmente éstos se deben pulir con chorro de arena con partículas de óxido de aluminio de 50 µm durante 5 segundos para aumentar la retención micromecánica y el área de superficie para la unión31
En casos donde existe una restauración de amalgama pequeña, rodeada de esmalte sano, se debe arenar la aleación de amalgama con óxido de aluminio de 50 μm durante 3 segundos. Posteriormente, se debe acondicionar esmalte circundante con ácido fosfórico al 37% durante 15 segundos. Finalmente, aplicar primer y adherir con resina compuesta17,27.
En los casos donde exista una restauración muy extensa de amalgama, se debe arenar con un chorro de óxido de aluminio de 50 μm durante 3 segundos. Una superficie metálica preparada con fresa de diamante puede parecer rugosa a simple vista, pero con un gran aumento en microscopía electrónica se observa que no es tan rugosa. La apariencia de rugosidad es causada por raspaduras periódicas que en realidad proporcionan poca retención micromecánica. Por lo tanto, se prefiere el arenado con óxido de aluminio, ya que la adhesión del material compuesto al metal se puede mejorar en al menos un 300%. El abrasivo elimina los contaminantes de la capa metálica y crea una superficie retentiva con miles de poros microscópicos. La superficie de metal se puede pulir fácilmente después de la remoción del bracket17,27,31.
Para alcanzar una adhesión química a la amalgama, se puede utilizar un adhesivo que contenga 10-MDP (10-metacriloiloxidocildihidrógeno fosfato), un monómero popular utilizado como componente en el cemento de resina, incluidas las uniones de amalgama para la odontología operativa, que es eficaz para unirse químicamente a metales no nobles8,30
La creciente necesidad de los adultos de un tratamiento de ortodoncia resulta en la necesidad de que los ortodoncistas fijen los brackets y los tubos en restauraciones compuestas. Al unir brackets de ortodoncia a superficies compuestas, es necesario alterar las características inertes de las superficies para lograr una fuerza de unión clínicamente aceptable de 6 – 10 MPa. La fuerza de unión debe ser lo suficientemente alta para resistir el desprendimiento accidental durante el tratamiento, pero también lo suficientemente baja como para desprender el bracket de las superficies del composite sin generar una fuerza excesiva que pueda dañar la restauración32.
Los grupos metacrilato juegan un papel importante en la unión de una resina compuesta a otra resina. Se encuentran en la superficie del composite como la capa inhibida por oxígeno de resina no polimerizada y permiten una reparación incremental de la resina compuesta. La fuerza de unión entre el compuesto nuevo y antiguo es igual a la fuerza de cohesión del compuesto. Sin embargo, los composites envejecidos, pulidos o contaminados con saliva no tienen la capa de metacrilato superficial antes mencionada. La vida media de los grupos de metacrilato a 37°C es de solo 50 horas. Por lo tanto, las características de la superficie de un compuesto envejecido son significativamente diferentes de las de un compuesto recién aplicado33.
Se han sugerido varias técnicas para mejorar la unión composite-composite. Una técnica consiste en dar rugosidad a la superficie, tales como el pulido con chorro de arena y el raspado de la superficie con una fresa de diamante; y las otras se basan en intentos de mejorar la adhesión de la nueva resina a la matriz de polímero reticulado o partículas de relleno del material compuesto con grabado con ácido fosfórico extendido, grabado con ácido fluorhídrico, silanización y la aplicación de diferentes resinas ligantes como el 10-MDP. El uso de agentes adhesivos puede aumentar significativamente la fuerza de adhesión de los brackets de ortodoncia a las restauraciones de composite.17,34.
Por otro lado, a diferencia de la odontología restauradora, no hay necesidad de una unión permanente en el tratamiento de ortodoncia y una fuerza de unión en el rango de 6 – 10 MPa sería suficiente para fines de ortodoncia.
Un número cada vez mayor de adultos ha recibido tratamiento de ortodoncia en los últimos años. En esta situación, la unión de aparatos de ortodoncia fijos o aditamentos de ortodoncia a menudo tiene que realizarse en diferentes superficies protésicas, como coronas de cerámica, acrílico, sobre amalgamas antiguas o resina compuesta. Para un flujo de trabajo eficiente, es importante conocer los procesos de adhesión de un bracket metálico según el tipo de superficie al que se desea instalar, para que el tratamiento sea lo más efectivo posible, exista un ahorro en tiempo y no esté sujetos a errores.
La unión entre el adhesivo y el esmalte dental o la superficie restaurada o protésica es decisiva para el tratamiento con un aparato de brackets. Los valores de fuerza de unión de los sistemas adhesivos convencionales sobre esmalte se encuentran entre 8 y 30 MPa. La unión debe resistir las fuerzas que se producen en el ambiente bucal húmedo y al final del tratamiento debe poder retirarse sin dejar residuos y sin causar daños al esmalte o coronas protésicas, como grietas o astillamientos.
Las fallas de los sistemas adhesivos se pueden reducir si se toman medidas de precaución durante el proceso de adhesión para evitar errores en la técnica, así como también, la contaminación del material.
La adherencia de los brackets al esmalte u otras estructuras depende de algunos factores como la preparación de la superficie, el adhesivo y el material utilizado para la unión, entre otros. Es importante considerar la factibilidad de realizar retención mecánica y química, sin que esto perjudique a la superficie dentaria en el momento del retiro del bracket.