Un hábito puede provocar anomalías dentarias y anomalías de los maxilares, esto dependerá del tipo de hábito y la gravedad de este. Existen diferentes tipos de malos hábitos orales que van a llegar a maloclusiones específicas y a diferentes grados ya sea leve, moderada o severa.
Los niños que llegan a presentar estos hábitos suelen ser niños que cursan con problemas psicológicos y problemas familiares, cuando estos hábitos se diagnos-tican en una etapa inicial se puede dar un tratamiento psicológico para poder qui-tar ese hábito.
Cuando los niños ya presentan maloclusiones por realizar un mal hábito en una etapa avanzada se necesita quitar el hábito y posteriormente se realizan trata-mientos de ortopedia u ortodoncia para poder corregir las maloclusiones, es im-portante que estas se traten ya que si no es así pueden provocar problemas más severos.
Este artículo es una revisión de la bibliografía y tiene como fin comparar la infor-mación para evitar el desarrollo de malformaciones orales promovidas por malos hábitos a largo plazo.
Palabras clave: Hábito, Anomalías dentomaxilares, Deglución atípica, Onicofagia, Bruxismo.
A habit can cause dental anomalies and abnormalities of the jaws, this will de-pend on the type of habit and its severity. There are different types of bad oral habits that will lead to specific malocclusions and to different degrees, it could be mild, moderate or severe.
The children who come to present these habits are usually children with psycho-logical problems and family problems, when these habits are diagnosed at an ear-ly stage, psychological treatment can be given to be able to quit that habit.
When children already have malocclusions due to a bad habit at an advanced stage, it is necessary to remove the habit and then orthopedic or orthodontic treatments are carried out in order to correct the malocclusions, it is important that they are treated because if it is not thus they can cause more severe problems.
This article is a review of the bibliography and aims to compare the information to avoid the development of oral malformations promoted by bad habits in the long term.
El hábito es cualquier acto adquirido a través de la experiencia y realizado de forma regular e inconsciente. Los hábitos parafuncionales son el resultado de la alteración de una función normal, adquirida por la práctica repetida de un acto que no es funcional o necesario1 por lo tanto los hábitos orales son patrones de contracción muscular aprendidos y tienen una naturaleza muy compleja.2
La respiración bucal y los malos hábitos pueden considerarse factores de riesgo de maloclusión3 pueden alterar el normal desarrollo del sistema estomatognatico produciendo un desequilibrio entre las fuerzas musculares externas e internas. Los hábitos orales anormales modifican la posición de los dientes y la relación y la forma que guardan las arcadas dentarias entre si interfiriendo en el crecimiento normal y en la función de la musculatura orofacial.4
La Organización Mundial de la Salud considera las maloclusiones como problema de salud pública variable.Que ocupa el tercer lugar en prevalencia de anomalías orales asociado a diferentes factores de riesgo como el genético y ambiental.5
Laura Mendoza Oropeza y cols, 2014, realizaron un estudio transversal en 147 niños de ambos sexos, de edades entre 2 y 15 años. Los hábitos perniciosos más prevalentes en la población estudiada fueron la interposición lingual y la succión del pulgar, lo que causó una mordida abierta anterior. Se encontró que la respira-ción bucal tiene una relación con la mordida cruzada posterior.5 mientras que José Murrieta y cols, 2013, encontraron que la onicofagia y el chuparse los dedos fueron los hábitos más frecuentes y se encontró que estaban relacionados con la estructura familiar, siendo los niños de familias monoparentales los que mostra-ron una mayor prevalencia1
Los niños en particular practican estos hábitos anómalos como una forma de atraer la atención debido a que se encuentran expuestos a un entorno familiar violento, a la falta de madurez emocional, o bien, a los cambios constantes en el ambiente familiar.6
Las anomalías dentomaxilares son afecciones del desarrollo, en la mayoría de los casos, la maloclusión y la deformidad dentofacial no se deben a procesos patológicos, sino a una moderada distorsión del desarrollo normal, que suelen ser causadas por malos hábitos orales. Si bien no producen un riesgo vital, son unos de los problemas percibidos por la población general, pues afectan la estética y funcionalidad del aparato estomatognático, por la falta de armonía entre los maxilares y/o entre los maxilares y las piezas dentarias, afectan muchas veces la relación de los niños con sus padres.7
Dentro de la cavidad oral podemos encontrar la presencia de malos hábitos orales, quienes son de gran importancia en el desarrollo de las maloclusiones.7
Se sabe que las deformaciones dentoesqueleticas que producen estos hábitos dependerán del tiempo, la intensidad, y frecuencia de estos.8 ya que si se prolongan en el tiempo alteran el crecimiento y desarrollo craneofacial y son de gran importancia en establecimiento o severidad de las anomalías dentomaxilares.7
Algunos hábitos orales son considerados fisiológicos o funcionales como la res-piración nasal, masticación, el habla y la deglución, pero existen otros que son considerados no fisiológicos que comprenden aspectos psicológicos y predisposiciones morfológicas.9
Los hábitos de succión en recién nacidos y niños derivan principalmente de necesidades biológicas de los nutrientes.7
La succión no nutritiva de dedos, chupete y otros objetos no relacionados con la ingesta de nutrientes se considera una actividad normal en el desarrollo fetal y neonatal. Se inicia en el útero y persiste hasta los 12 meses de edad, siendo la necesidad de succionar más intensa en los primeros meses de vida. Este reflejo primario de succión permite al recién nacido alimentarse y sobrevivir, además le calma y le conforta.7
Aunque los hábitos de succión son normales en los lactantes y niños pequeños, si éstos se prolongan en el tiempo pueden tener con secuencias en las estructuras orofaciales y en el desarrollo de la oclusión.7
Casi todos los niños realizan algún tipo de succión no nutritiva: chuparse el pulgar, otro dedo o algún objeto de forma parecida.7
La malformación maxilofacial que se desarrolla con la succión del pulgar es en la mayoría de los casos más significativa que aquella producida por succión de chupete.7
Se cree que cuando el niño esta aburrido, ansioso o cansado es cuando persiste la succión digital, este habito consiste en introducir el pulgar profundamente, tocando el paladar plenamente y los incisivos inferiores están en contacto en su borde incisal con el nudillo del pulgar.10
Se ha asociado de manera significativa el uso de chupete y la mordida cruzada posterior, especialmente cuando el hábito se prolongó más allá de los 36 meses. Se considera que tal relación se debe a que la posición bucal del chupete conlleva un desplazamiento de la lengua sobre la mandíbula y una elongación de los músculos orbiculares y buccinador.7
mostraron que el uso de chupete prolongado, 24 a 36 meses, resulta en un aumento de la prevalencia de la mordida cruzada posterior a la edad de 5 años al comparar con el grupo con hábitos de succión por periodo más corto o sin historia de succión
Los niños succionadores, además sufren alteraciones de la flora bacteriana y pueden presentar respiración bucal.7
En los casos de pacientes con interposición (o succión de) labio inferior, el niño apoya el labio inferior sobre los incisivos inferiores, dejando los incisivos superiores entre los labios.7
La interposición lingual se basa en la ubicación de la lengua entre las piezas dentarias en la zona anterior (incisivos) o posterior (molares), observada en reposo o en alguna función como la deglución o fonoarticulación.
Deglución atípica: llamada también interposición lingual se origina por la interpoción de la lengua entre los dientes al momento de deglutir.7
Otro de los desequilibrios miofuncionales que producen cambios en la cavidad oral, es la respiración bucal o mixta. Normalmente la respiración debe seguir la vía nasal para llegar a los pulmones, siendo necesario que esta vía esté libre de obstrucciones para cumplir su función en forma óptima. Cuando este patrón de respiración se encuentra alterado se generan una serie de modificaciones n el crecimiento y desarrollo de las estructuras orofaciales, como alteraciones en postura de cabeza y cuello, y del hueso hiodes, además de alteraciones intraora-les como maxialres estrechos, paladar ojival, una posición retrasada del maxilar inferior, el labio superior es corto y atónico, incisivos superiores protruidos, boca entreabierta, además de presentar un ángulo goniaco más obtuso, lo que favorece un patrón de crecimiento vertical.7
Se define como una costumbre de incidir, cortar, roer las uñas con los dientes, pudiendo provocar heridas en dedos, labios y encías así como el desarrollo de diversas infecciones.9
En la mayoría de los estudios revisados se describe el bruxismo como una para función donde la mandíbula realiza movimientos no funcionales durante el día y/o la noche de forma voluntaria o involuntaria.9
Los hábitos orales que incluyen respiración bucal y patrón de deglución; Chuparse los dedos, los labios y la oncofagia, la presencia de estos hábitos orales se determinó y se confirmó mediante un cuestionamiento. Los niños fueron observados cuando estaban completamente relajados. Cada evaluación se repitió dos o tres veces hasta que los dos examinadores llegaron a un acuerdo. Antes de los exámenes orales de hábito, los padres respondieron un cuestionario.11
La respiración bucal se diagnosticó observando la incompetencia de los labios en reposo, la tensión de los músculos orales al tiempo que se cierran los labios y las fosas nasales dilatadas cuando se le pide que respire por la nariz.11
El patrón de deglución se evaluó mediante un método sugerido por Melsen et al. (1987) la evaluación se realizó mientras el niño estaba tragando saliva o pequeñas cantidades de agua. Primero, se observaron los movimientos mandibulares y las contracciones musculares periorales durante la deglución. Un patrón de deglución normal se caracterizó por el contacto dental y la actividad del músculo masetero, con poco o ningún uso de los músculos periorales. Si no se registró una contracción muscular, el patrón de deglución se consideró anormal. Cada evaluación de la deglución se repitió 3 veces y se aceptó la opinión de consenso. La succión del pulgar y el labio junto con la mordida de la uña se diagnosticó mediante la observación de los dedos, el labio y las uñas para ver si había signos que indicaran la persistencia de la succión o la mordedura. También se utilizó un cuestionario para confirmar los hallazgos.11
Relación molar: La relación entre los primeros molares permanentes superiores e inferiores se determinó de acuerdo con la clasificación de Angle. Los pacientes con maloclusiones de subdivisión se incluyeron en los grupos de Clase II o Clase III sobre la base de la característica oclusal predominante, o según la relación entre los caninos.11
Overjet y Overbite: Los valores entre 0 y 4 mm se consideraron normales.
Mordida cruzada posterior: se diagnosticó una mordida cruzada posterior cuando había un cruce de al menos un diente en los segmentos posteriores de los arcos dentales. Una mordida cruzada posterior puede ser unilateral (derecha o izquierda) o bilateral.11
Mordida de tijera: se consideró que estaba presente una mordedura de tijera cuando las cúspides palatales de los molares superiores se colocaron bucalmente en relación con las cúspides bucales de los molares inferiores.11
Apiñamiento y diastema: se registraron tanto para el segmento anterior como para el posterior. Se consideró que estaba presente un mediolinistema cuando había un espacio de al menos 2 mm entre los incisivos centrales superiores.11
Existen apratos que se utilizan para corregir estos malos hábitos. Es común que la evaluación por parte del ortodoncista establezca el énfasis en las relaciones dentarias, oseodentarias y esqueléticas, dejando de lado la función neuromuscular, pero el rol rehabilitador de la ortodoncia está dirigido a que el aparato estomatognático funcione en condiciones fisiológicas, y la musculatura es el motor de la actividad funcional.8
Es por esto que al identificar algunos de estos malos hábitos orales en un paciente nuestros tratamiento además de eliminar el mal hábito, muchas veces debe incluir una reeducación neuromuscular. Con este propósito existen algunos dispositivos intraorales que ayudan a recuperar la correcta función.
Aparato de ortodoncia metálico jo, consiste en dos bandas molares soldados a una parrilla de alambre, que impide que el dedo toque el paladar con lo cual no se puede hacer el vacío para la sujeción del dedo contra el paladar.7
Es un aparato que se utiliza en los pacientes con interposición de labio inferior, diseñado para separar los tejidos del labio inferior, de la cara vestibular de los incisivos inferiores, permitiendo una reeducación neuromuscular del labio, adoptando éste un mejor posición, para no presionar ni interferir con los incisivos inferiores, y de esta forma facilitar el cierre labial. Puede ser adosado a un aparato removible o se puede soldar de manera fija a bandas cementadas en los molares inferiores.7
Este esta diseñado para lograr una expansión ortopédica del maxilar, está formado por un alambre con cuatro dobleces helicoidales, soldados a bandas metálicas que se cementan en los molares superiores. Esta indicado en muchos de los pacientes respiradores bucales, cuando presentan un pobre desarrollo del piso nasal por falta de desarrollo transversal del maxilar.7
Su función consiste en ubicar la lengua en una posición más elevada, esto mediante una aleta acrílica que le da apoyo a la lengua en una posición más alta, de la que habitualmente adopta la lengua en el piso de la boca (en pacientes con lengua descendida). Esta nueva posición lingual permite a los músculos elevadores de la lengua, los que en la posición anómala baja, habitualmente se encuentran contraídos, logren la elongación favorable para los movimientos linguales. El frenillo lingual también se beneficia adquiriendo más movilidad y elongación.7
Estudio de revisión. Se realizó una búsqueda digital a través de internet en artícu-los y revistas especializadas sobre el tema, al igual que una búsqueda sistemáti-ca en la base de datos Pub-Med en la cual se tomaron los 20 más representativos.
Los hábitos bucales son patrones de contracción muscular de naturaleza comple-ja que se aprenden por repetición y llegan a convertirse en inconscientes, se lle-gan a presentar en los primeros años de vida.
Existen diferentes tipos de hábitos que van a provocar distintos tipos de maloclu-siones, las causas más frecuentes llegan a ser por violencia o desapego de los padres que afecta a los niños. Por lo tanto es importante retirarlos a tiempo para evitar daños mayores.
Keni Muller y cols, 2014, existe la falta de información sobre la etiología psicológi-ca de los hábitos orales que creemos que es importante para el ámbito de preven-ción, para poder diagnosticar y tratar con técnicas psicológicas para evitar proble-mas oclusales severos.
Encontramos mucha información sobre los diferentes tipos de hábitos orales que pueden llegar a afectar la oclusión, pero sentimos que falta información sobre la etiología psicológica de estos, ya que si se investiga más sobre esto puede ser un método de prevención. Justo como lo mencionan Lugo y cols, 2013, los niños practican estos hábitos anómalos como una forma de atraer la atención debido a un entorno familiar violento, falta de atención de padres, falta de madurez emo-cional o bien en los cambios del ambiente familiar y que en otros artículos no se menciona está etiología. Así como también falta información sobre posibles trata-mientos psicológicos para poder eliminar estos hábitos sin necesidad de usar aparatos traumáticos pata el niño.
Es importante que está información se conozca para que los índices de maloclu-sion por causa de estos malos hábitos se reduzcan, ya sea previniéndolos o tra-tarlos en una etapa temprana.
El objetivo de este artículo es poder dar más información sobre estos hábitos para poder prevenir problemas a largo plazo.
Es importante conocer los habitos orales mas frecuentes asi como sus causas, su tratamiento y el como prevenir maloclusiones a causa de estos, ya que si estos habitos se detectan en una etapa temprana y se da un tratamiento preventivo va a evitar problemas graves a largo plazo por lo que se recomieda revisiones periodicas cada 6 meses como una manera preventiva.