Introducción: Las pérdidas dentarias traumáticas son de gran impacto sobre la calidad de vida de los infantes, particularmente cuando se trata de los incisivos. Objetivo: Determinar la prevalencia de los traumatismos dentales en incisivos en niños de 6 a 12 años de edad de la Escuela Primaria “Miguel Figueroa García” y factores de riesgo asociados, de enero a marzo del 2013. Método: Se realizó estudio descriptivo, transversal. Fueron estudiados 243 escolares de la institución entre 6 y 12 años y dentición incisiva permanente. Fueron calculadas frecuencias y porcentajes, se exploró la relación entre variables mediante Chi cuadrado. Resultados: Se detectó prevalencia de traumas de incisivos de 8,2%. Se detectó una prevalencia de traumatismo de los incisivos de 20,7% en pacientes con succión digital, de 14,3% en pacientes con empuje lingual y de 15,1% en los que tenían incompetencia bilabial. Se obtuvo asociación significativa entre resalte y trauma y mayor proporción de traumatismos en pacientes con perfil convexo, no significativo. Conclusiones: Los traumas de incisivos presentaron una prevalencia baja en la población estudiada. La succión digital y empuje lingual predominaron se relacionaron con el traumatismo, así como con la incompetencia bilabial y el resalte. El sobrepase anterior no se vinculó a la aparición de estos traumas. El tipo de perfil facial convexo predominó en el trauma estudiado.
Palabras clave: Trauma dental, prevalencia, factores de riesgo.
Introduction: The traumatic tooth lost have a big impact in the infants quality of life, especially incisors. The aim of the study was determinate prevalence of dental traumatic injury in 6 to 12 years old children of “Miguel Figueroa García” Elementary School and risk factors, between January to mars, 2013. Methods: A descriptive and transversal study was developed; 243 scholars with age between 6 to 12 and permanent dentition were studied. Frequencies and percentages were calculated, and the statistics relationship between variables using chi-square. It was 20,7% in scholar con digital suction habits, of 14,3% in patients with lingual push habits and 15,1% in incompetent lips closure. There was important association between overjet and dental trauma and a bigger proportion of traumatic injury in convex cross face. Conclusions: There was a low prevalence of incisor traumatic injury in scholar population. Digital suction, lingual push and overjet were related with incisor traumatic injury. There is no relationship between overbite and traumatisms. The higher frequency of incisors trauma belong to convex cross face.
INSTITUCIÓN QUE AUSPICIA EL ESTUDIO: Facultad de Estomatología de la Habana “Raúl González Sánchez”.
A través del desarrollo histórico de la estomatología la atención de un paciente con traumatismos dentales ha evolucionado, debido a los adelantos de la ciencia y la técnica, los conocimientos adquiridos y la práctica diaria1. En décadas anteriores no existía ningún tipo de preocupación por parte de padres, e inclusive de los profesionales, pues, si ocurrían traumas de los dientes temporales, la conducta a seguir la mayoría de las veces era extraer el diente2,3.
Las pérdidas dentarias traumáticas son de gran impacto sobre la calidad de vida de los infantes, particularmente cuando se trata de los incisivos4. Los niños con un trauma dentario en los dientes anteriores experimentan un impacto negativo en su bienestar social, principalmente por evitar sonreír o reírse y estar preocupados por lo que otras personas pueden pensar o decir sobre su aspecto. Se plantea que un aumento del overjet de 0-3 mm comparado con uno de 3-6 mm duplica la posibilidad de traumas dentoalveolares, y cuando el overjet excede los 6 mm esta posibilidad de trauma se triplica5.
El Programa Nacional de Atención Estomatológica Integral a la población tiene entre sus objetivos incrementar y perfeccionar la atención estomatológica al menor de 15 años, que plantea realizar anualmente el examen bucal, diagnóstico y tratamiento de las afecciones bucales, y aplicar sistemáticamente las técnicas y conocimientos científicos más actualizados6. Esto sirve de fundamentación al presente estudio.
Se realizó un estudio descriptivo transversal en la Escuela Primaria “Miguel Figueroa García” del municipio Cerro, de enero a marzo del 2013. El universo estuvo constituido por la totalidad de los escolares con edades entre 6 y 12 años y dentición permanente. Fueron calculadas frecuencias y porcentajes, así como chi cuadrado para explorar la relación entre los factores de riesgo presentes.
Fueron estudiados 243 escolares y se detectaron 20 con traumatismos previos de incisivos superiores, lo que representó una prevalencia de 8,2%. Tenían hábito de succión digital 29 escolares (11,9%). Entre ellos se detectó una prevalencia de traumatismo de los incisivos de 20,7%, en contraposición con el 6,5% de los que no tenían el antecedente (p=0,025) (Tabla 1). El empuje lingual estuvo presente en 70 de los escolares estudiados. La prevalencia del traumatismo incisal en estos pacientes fue de 14,3%, y de 5,8% entre los que no tenían el hábito. La evidencia fue insuficiente para obtener significación estadística (p=0,054) (Tabla 1).
Del total, 106 escolares presentaban incompetencia bilabial. De ellos 16 tuvieron traumatismo dental de incisivos (15,1%). De los 137 que no tenían incompetencia bilabial sólo cuatro (2,9%) tuvieron trauma incisal. La asociación fue significativa (p=0,001) (Tabla 1).
Con respecto al estudio del sobrepase, se detectó adaquia en 14 escolares. Un escolar presentó dentadura borde-borde y 141 tenían sobrepase normal (hasta un tercio de corona). Tenían sobrepase ligeramente aumentado(hasta media corona) 72 escolares y muy aumentado(corona completa) otros 15.
La prevalencia de traumatismos dentales más alta se presentó contradictoriamente en los pacientes que tenían adaquia (5 escolares de los 14, 35,7%). Los casos con sobrepase muy aumentado no tuvieron traumatismos y en los que estaba ligeramente aumentado se detectó prevalencia de 8,3%. No se detectó relación significativa (p=0,747) (Tabla 2).
La mayoría de los escolares tenían resalte anterior normal, entre 0 y 3 mm (96 casos) o ligeramente aumentado, entre 3 y 6 mm (115 casos). Tenían resalte aumentado entre 6 y 10 mm 29 escolares y sólo tres resalte muy aumentado mayor de 10 mm. Se obtuvo una asociación significativa entre el resalte y la presencia de traumatismo (p=0,032) (tabla 3).
Aproximadamente la mitad de los escolares tenían un perfil recto (128 escolares). Otros 112 escolares tenían perfil convexo y sólo tres perfil cóncavo. Se unieron las categorías de perfil recto y cóncavo, consideradas de menor riesgo para traumatismos dentales, pero no se detectó relación significativa entre las variables, aunque se aproximó bastante a la significación estadística (p=0,104). No obstante se comprobó que la mayor prevalencia de trauma incisal correspondió al perfil convexo (13,4%) (tabla 4).
La prevalencia de traumas dentales es elevada en la infancia. Estudios realizados en Francia, Suecia y el Reino Unido mostraron valores entre 17% y 35%7,8, en Nigeria en escolares de 12 años prevalencia de 15,2%9; en la India en escolares entre 12 y 15 años de 4,4%10 y otro estudio de este país en escolares entre 4 y 15 años con prevalencia de 4,1%11. Sandali y colaboradores (Turquía) refieren que el 14,5% de los niños y jóvenes han sufrido lesiones traumáticas en algún momento12. En México13 señalan que la edad con mayor riesgo de sufrir traumatismos es la escolar, entre cuatro y seis años y los adolescentes entre 11 y 13 años. En Brasil se reportan prevalencia en niños de 7 a 14 años de 12,7%14.
Estudios cubanos muestran también una prevalencia en la población escolar oscilante entre 7,2 y 21,6% 10,12,15. Gallego Rodríguez15 obtiene alrededor de un 17% de prevalencia de traumatismos y Almeida Delgado16 reporta 191 niños en un total de 1339 con algún tipo de trauma dental. Todas estas investigaciones, con prevalencias más altas que las reportadas en el presente estudio, hacen referencia a traumas dentales en general, no específicamente de los incisivos, lo que podría justificar las diferencias.
Se conoce que los hábitos deformantes interfieren en el crecimiento normal y en la función de la musculatura orofacial17,18. Torres19 exploró la relación entre estos hábitos y el trauma dental obteniendo asociación significativa. La detección temprana y tratamiento de los hábitos que se relacionen con la vestíbulo-versión dental, permitirá la protección a los incisivos de potenciales traumatismos20. La succión digital es uno de los hábitos más frecuentes en la infancia y se relaciona con resalte aumentado incisal. La prevalencia de succión digital en el presente estudio no fue mi elevada, pero sí se relacionó con el trauma.
Otros factores de riesgo de maloclusiones son el empuje lingual y la incompetencia bilabial. Ellos actúan como factores de riesgo por la maloclusión resultante del hábito, con resalte incisal aumentado17,18. En ambos casos la prevalencia de los riesgos fue baja entre los casos estudiados aquí.
En el estudio de Guerra y Gómez2 el labio superior corto fue un factor de riesgo: los que lo presentaron tuvieron 4,74 veces más posibilidades de tener un traumatismo dental que los que poseían un labio normal. O´Brien21 refiere que el 60% de los pacientes con traumatismo dental presentan cobertura labial inadecuada, coincidiendo con García-Ballesta y colaboradores22, quienes añaden que son más frecuentes en los jóvenes que tocan instrumentos de viento.
Soto23 plantea que la incompetencia bilabial tiene gran frecuencia de aparición en los niños, siendo una anomalía de carácter multifactorial, asociada a alteraciones de las funciones normales por la presencia de hábitos bucales deformantes.
El sobrepase aumentado se presenta en muchas investigaciones como factor predisponente al trauma dentoalveolar incisal24. Pérez Cordero y colaboradores25 no encontraron relación significativa entre el sobrepase y los traumatismos pero el diseño no era apropiado para este tipo de análisis. En cambio, Borzabadi-Farahani y colaboradores26 detectaron que el riesgo se incrementó significativamente en niños con sobrepase muy aumentado (OR = 2,83). Esta relación no se puso de manifiesto en el presente estudio, por el contrario, los traumas de incisivos fueron más frecuentes en pacientes con adaquia.
Según Torres19 existe una relación de dependencia entre el resalte aumentado, la incompetencia bilabial y el trauma dentario, pues causan un desequilibrio muscular, eliminando la protección natural que los labios ofrecen a los dientes. Se obtuvo aquí relación significativa entre el resalte aumentado y el trauma de incisivos, lo que coincide con lo reportado en la literatura revisada27.
Varios autores28,29,30 afirman que la prevalencia de las lesiones dentales aumenta de forma paralela a la protrusión de los incisivos, cuya probabilidad fue mayor cuando la protrusión excedió los 4 mm. La frecuencia de estas lesiones se duplicó entre los dos y los cuatro milímetros. Un estudio Pakistaní señala el punto de corte en 5 mm31. Suárez y Alcibíades32 plantean que el resalte aumentado se traduce en labios prominentes, que están separados en reposo de forma tal que el paciente debe esforzarse para unirlos y producir un sellado labial, en estos casos la retracción de los dientes tiende a mejorar el funcionamiento de los labios, sirviendo de protección a los incisivos antes posibles lesiones traumáticas. También Soto obtuvo resultados similares23.
El perfil facial convexo ha sido asociado a mayor riesgo de trauma dental. En la presente investigación se obtuvo esta relación, pero no alcanzó la significación estadística. Pérez Fuentes33, en un estudio realizado en una escuela primaria de la capital, detectó que el tipo de perfil de los niños y niñas afectados por trauma en los incisivos fue convexo en el 57,1 % de los casos. Además comprobó que el 70% de los escolares que no presentan traumatismo tenían el perfil recto.
Los odontólogos reconocen los perfiles propensos a accidentes, se trata de niños que presentan dientes anteriores en protrusión con maloclusión de primera clase tipo 2, o segunda clase primera división. Se afirma que medida que aumenta la sobremordida horizontal, aumenta la frecuencia de incisivos superiores fracturados34.
Los traumas de incisivos presentaron una prevalencia baja en la población estudiada. Los hábitos deformantes como succión digital y empuje lingual predominaron en los escolares con traumatismo, el segundo sin alcanzar la significación. Los traumas de incisivos también se relacionaron con la incompetencia bilabial.
El sobrepase anterior no se vinculó a la aparición de estos traumas, pero sí el resalte anterior. El tipo de perfil facial convexo predominó en el trauma estudiado, sin alcanzar asociación significativa.