* Odontóloga; Estudiante de la Especialidad de Ortodoncia, Universidad de Cuenca.
** Especialista en Ortodoncia y Ortopedia Maxilofacial. Profesora de la Especialidad de Ortodoncia de la Universidad Estatal de Cuenca. Miembro de la Sociedad Ecuatoriana de Ortodoncia.
*** Doctor en Odontología, Universidad de Cuenca. Máster en Ortodoncia, Universidad C. de Sao Paulo-Brasil. Miembro de la Federación Mundial de Ortodoncia. Miembro de la Asociación Americana de Ortodoncia. Miembro de la Sociedad Iberoamericana de Ortodoncia Lingual. Miembro de la Sociedad Española de Ortodoncia. Miembro de la Sociedad Ecuatoriana de Ortodoncia. Miembro de la Sociedad de Ortodoncia y Ortopedia de Pichincha. Miembro de la Sociedad de Ortodoncia y Ortopedia del Azuay.
MALOCLUSIÓN CLASE I, TRATAMIENTO ORTODONCICO. REVISION DE LA LITERATURA
Resumen
La intención de este artículo es realizar una recopilación de bibliografía actualizada acerca de la maloclusión clase I, etiología, epidemiologia, características clínicas, clasificación, así como sus diferentes alternativas de tratamiento. Material y métodos: se realizó una búsqueda electrónica vía Hinary, Scielo, Pudmed y ScienceDirect con las palabras claves class I, malocclusion, dental malposition, orthodontic treatment. Resultados: de la extensa búsqueda, 27 artículos fueron seleccionados, aquellos que concordaban con los criterios de selección tales como antigüedad y seriedad de la fuente. La evidencia sugiere que las maloclusiones Clase I son las más frecuentes a nivel mundial, con características clínicas y etiologías diversas y sus alternativas de tratamiento dependerán de factores como la edad y la gravedad de la maloclusión. Conclusiones: los resultados pueden proveernos la mejor evidencia disponible para tomar las decisiones en la práctica clínica.
Palabras clave: Clase I, maloclusión, malposición dentaria, tratamiento ortodóncico.
CLASS I MALOCCLUSION, ORTHODONTIC TREATMENT. A LITERATURE REVIEW
Abstract
The intent of this article is to make a collection of updated literature on class I malocclusion, etiology, epidemiology, clinical features, classification and different treatment alternatives. Methods: An electronic search was conducted via Hinary, Scielo, Pudmed, ScienceDirect with keywords class I malocclusion, dental malposition, orthodontic treatment. Results: extensive search, 27 articles were selected, those who agreed with the selection criteria such as age and seriousness of the source. Evidence suggests that the Class I malocclusion is the most frequent worldwide, and it has various etiologies and clinical characteristic, and treatment options will depend on factors such as age and malocclusion severety. Conclusions: The results can provide us with the best available evidence to make decisions in clinical practice.
Key words: class I, malocclusion, dental malposition, orthodontic treatment.
INTRODUCCIÓN
En el sistema estomatognático, la oclusión dentaria es la estructura que está sometida a mayores transformaciones durante el transcurso de la vida. La alteración donde los controles anatomo-fisiológicos del sistema estomatognático se encuentran en desarmonía con los segmentos dentarios se denomina maloclusión. Están presentes desde el origen del individuo y se instalan durante las primeras etapas de la vida, cobrando magnitudes diferentes al paso del tiempo. (1,2)
Una maloclusión clase I es una condición en la que la punta de la cúspide mesiovestibular del primer molar maxilar ocluye en el surco mesiovestibular del primer molar mandibular, sin embargo la maloclusión se presenta en otros dientes. (3)
Debido al alta incidencia de las maloclusiones clase I y sus diferentes formas clínicas, se realizó la siguiente revisión bibliográfica de este tipo de maloclusión y así, poder transmitir estos conocimientos a todos los profesionales relacionados al área ortodóncica.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó una revisión bibliográfica de los últimos 5 años (2009-2014), excepto 7 artículos de fecha anterior a los demás, debido a la información elemental que nos proporcionó sobre dicha maloclusión, en las bases de datos Hinary, Scielo, Pudmed y ScienceDirect.
Con las palabras clave: class I, malocclusion, dental malposition, treatment, se encontraron 40 artículos de los cuales se escogieron 27 que concordaban con los criterios de inclusión tales como evidencia actualizada y seriedad de la fuente, se eliminó aquellos que eran solo reportes de caso clínico y no aportaban con mayor información, pues solo explicaban como se llevó a cabo el plan de tratamiento del paciente.
Los artículos seleccionados fueron en inglés, español y portugués.
RESULTADOS
Después de la selección de estos 27 artículos, la información obtenida se ha clasificado en 5 apartados (definición, etiología, epidemiología, clasificación y tratamiento) y de esta manera proporcionar al ortodoncista una mirada clara de este problema. En base a estos apartados revisaremos el tema a continuación.
MALOCLUSIÓN CLASE I
Etimológicamente la palabra ortodoncia procede de un término introducido por Defoulon en 1.841, derivado de los vocablos griegos orto (recto) y odonto (diente) y que se refiere a alinear irregularidades en las posiciones dentarias. (2)
La oclusión se define como la manera en que los dientes maxilares y mandibulares se articulan, teniendo en cuenta que esto incluye los dientes, su morfología, angulación, los músculos de la masticación, las estructuras óseas y la articulación temporomandibular. Esta variación en la dentición, es el resultado de la interacción de factores genéticos y ambientales que determinan la relación oclusal desde el momento del desarrollo prenatal, así como en el postnatal. (1, 2, 4, 5)
Una oclusión "Normal" e individual se puede definir como una interacción de 28 dientes correctamente ordenados en el arco y en armonía con todas las fuerzas estáticas y dinámicas que sobre ellos actúan; la oclusión normal es estable, sana y estéticamente atractiva; y aunque no es lo común, es el patrón más adecuado para cumplir la función masticatoria y preservar la integridad de la dentición a lo largo de la vida, en armonía con el sistema estomatognático. (1, 2, 4, 5, 6)
Las edades críticas en las que se puede establecer la tendencia con la cual se desarrollará la oclusión dental, son: a) a los tres años de edad, que es cuando se completa el desarrollo radicular de los segundos molares; b) entre los cinco y seis años, que es cuando empiezan hacer erupción los dientes permanentes y el tamaño de las arcadas comienzan a modificarse, especialmente por la fuerza de erupción de los primeros molares permanentes; c) y de los nueve a los trece años por las fuerzas de erupción ejercidas fundamentalmente por los caninos. (5)
Angle, en estudios de cráneos e individuos vivos, instauro los principios de la oclusión. Él pensaba que lo fundamental era la oclusión dentaria y que los huesos, músculos y ATM se adaptaban a la posición y relación oclusiva. (2, 7, 8)
Posteriormente Strang describió cinco características que debe tener una oclusión normal siendo la más importante: un crecimiento y desarrollo favorable del macizo óseo facial, dentro de una localización en armonía con el resto de las estructuras craneales, son condiciones esenciales para que el aparato masticatorio exhiba una oclusión dentaria normal. (2)
Entonces en base a lo mencionado anteriormente podemos decir que una maloclusión dental puede definirse como cualquier variación de la oclusión normal, y su establecimiento, tiene importancia por los defectos anatómicos, fisiológicos y estéticos que causa su desarrollo en la cavidad oral. La maloclusión es la protagonista del tratamiento ortodóntico. (1,2)
Los primeros intentos de clasificar las maloclusiones provienen de Fox (1.803) quien se basaba en las relaciones de los incisivos. Carabelli (1.842) fue uno de los primeros autores que clasificó las relaciones oclusales. (1)
La clasificación de las maloclusiones según Edward Angle considera las maloclusiones sólo en sentido antero posterior, y es determinada por la posición de la cúspide mesiovestibular de la primera molar superior y su relación anteroposterior con el surco mesiovestibular de la primera molar inferior. De esta manera si está relación molar es correcta, se denominará Clase I, con sus implicaciones de anormalidad. Clase II. o distoclusión, en dos divisiones y subdivisiones derecha o izquierda. Y, Clase III o mesioclusión. (Figura 1). Esta clasificación ha sido criticada pues no considera las relaciones transversales, verticales, ni la localización genuina de la anomalía en la dentición, el marco óseo o el sistema neuromuscular pero sigue siendo la más utilizada. (2, 7, 8).
Lisher (1912) utiliza la clasificación de Angle pero usa una nueva terminología: Neutroclusión: a las Clase I, Distoclusión: a las Clase II, Mesioclusión: a las Clase III. (1)
Según Simón (1922), los arcos dentarios son relacionados, con tres planos antropológicos, basados en diferentes puntos de referencia craneales, los cuales se usan frecuentemente en análisis cefalométricos: plano de Frankfurt, orbital y el sagital medio. (4).
La maloclusión Clase I es tan frecuente que es ahora la norma y no la excepción. Los individuos con este tipo de maloclusión (figura 2) presentan relaciones molares normales, la cúspide mesiovestibular del primer molar superior está en el mismo plano que el surco vestibular del primer inferior. La realidad de maloclusión consiste en mal posiciones individuales de los dientes, relaciones verticales o transversales anómalas o desviación sagital de los incisivos pues los podemos encontrar rotados, con espacios, sobremordidas, mordidas abiertas, mordida cruzada posterior, o incluso mordidas cruzadas anteriores. (5, 7, 9). Moyers se refiere a esta maloclusión denominándola Síndrome Clase I, donde tanto la relación molar como la esquelética son normales. (2)
Radiográficamente, y según el análisis cefalométrico, estos pacientes se caracterizan porque sus maxilares están bien relacionados con el cráneo, el ángulo ANB acepta desviaciones hasta de 5°, los ángulos entre la base del cráneo y el plano mandibular o el plano Frankfort están dentro de los valores normales; a diferencia de los ángulos dentarios, como incisivo superior - SN, incisivo inferior - plano mandibular, ángulo Interincisivo, incisivo superior - NA, incisivo inferior - NB o NP; que están alterados, bien sea aumentados o disminuidos. (2)
El mal alineamiento de los dientes anteriores es mayor en la mandíbula que en el maxilar superior y parece ser que las relaciones molares de los sujetos con Clase I son más estables, mientras que la clase II y las relaciones molares de Clase III empeoran ligeramente más con el tiempo. (5, 6, 9) Las relaciones de los incisivos inferiores de los individuos cambian, especialmente durante la adolescencia y adultos jóvenes, con independencia de sus relaciones molares. (5)
Sinclair y Little demostraron que en la dentición permanente existe una disminución de 2 mm en la longitud del arco y una disminución de 1,5 mm de ancho intercanino. Esta asociación se podría esperar, ya que con una mala alineación, los dientes se mueven hacia mesial a una parte del arco más estrecha y más corta. (5)
ETIOLOGIA
Los factores etiológicos de las maloclusiones se clasifican en: factores generales (esqueléticos y funcionales, musculares y factores dentarios como la relación entre el tamaño de los dientes y el tamaño de los maxilares) y factores locales. (Anomalías de número, de tamaño, de forma de erupción de los dientes y caries interproximal). Una de las causas frecuentes es las discrepancias óseas dentarias. (7,10)
Las discrepancias dentarias podrían estar asociadas con la aparición ya sea de diastemas o apiñamientos, falta de intercuspidación, overjet y la curva de Spee. (10, 11)
Por lo tanto podremos decir que la etiología de esta maloclusión es compleja y multifactorial: (6)
EPIDEMIOLOGÍA
Según la Organización Mundial de la Salud, las maloclusiones constituyen la tercera mayor prevalencia entre las enfermedades bucales, después de caries y enfermedad periodontal. (4, 5,13)
La prevalencia de la maloclusión y la distribución de los diferentes tipos, varía en función de las razas y etnias. Estudios epidemiológicos realizados en Perú han mostrado que la maloclusión se presenta con tasas de prevalencia considerablemente altas de un 85,6%. En cuanto a su distribución, de acuerdo al tipo de maloclusión, la Clase I tiene un 59.6%, es decir cinco veces más frecuente en comparación con las Clases II y III. No obstante, aun cuando la Clase I es de las tres categorías de maloclusión la de menor severidad, existen cinco variaciones en su manifestación que orientan su abordaje diagnóstico y terapéutico de diferente manera. (13)
Con relación a la edad, no todos los grupos muestran una distribución similar, ya que, conforme avanza la edad, la probabilidad de experimentar alguna alteración en la oclusión se va incrementando. (14)
Con relación al género, existen evidencias contradictorias de que esta variable tenga algún tipo de influencia en el desarrollo de la oclusión dental, sin embargo, se ha observado una alta consistencia con relación a que la maloclusión es más frecuente en mujeres. (14)
CLASIFICACIÓN DE LA MALOCLUSIÓN I
Anderson clasifica las maloclusiones Clase I de Angle en cinco tipos:
Tipo 1: Dientes superiores e inferiores apiñados o caninos en labioversión, infralabioversión o linguoversión. (2). (Figura 3)
El apiñamiento dentario es el rasgo que identifica las maloclusiones Clase I. El apiñamiento es un fenómeno fisiológico y normal. Constantemente aparecen en pacientes niños, casos clínicos en los que por falta de espacio para todos los dientes se observan apiñamientos que conllevan a malposiciones dentarias y trabas, fundamentalmente en el sector anterior, en zonas laterales y/o caninos. El crecimiento de la arcada durante el período inmediatamente postnatal es suficiente para que los incisivos de la dentición temporal se alineen en ella sin apiñamiento. (2,15)
Van der Linden lo clasifica en:
Apiñamiento primario: Es la consecuencia de la discrepancia entre la longitud de arcada disponible y la longitud de arcada necesaria representada por la suma de los diámetros mesiodistales de las piezas dentarias y determinada principalmente por los factores genéticos. (2,15)
Apiñamiento Secundario: Es el apiñamiento causado por factores ambientales, ejemplo la pérdida prematura de dientes temporales que condicionan la migración de los vecinos y acortan el espacio para la erupción de los permanentes. Entre los factores etiológicos del apiñamiento secundario distinguimos: pérdida de dientes temporales, anomalías de tejidos blandos, hábitos de succión. (2,15)
Apiñamiento terciario: Se refiere al apiñamiento que ocurre durante los períodos adolescente y posadolescente. Es consecuencia de los fenómenos de compensación dentoalveolar y de los cambios por el crecimiento facial (la mandibula es la última en crecer); también la erupción del tercer molar ha sido citada como causa de este tipo de apiñamiento (aunque no se descarta la influencia, tampoco hay datos que evidencien el papel de los terceros molares, cuya acción podría estar combinada con otros factores). (2,15) Desde el punto de vista clínico el apiñamiento dentario es la discrepancia que existe entre el espacio requerido y el espacio disponible para la alineación de los dientes y lo podemos clasificar en: apiñamiento leve cuando la discrepancia es menor de 3mm, moderado cuando está en un rango de 3 a 5mm. y severo cuando es mayor de 5mm. (2)
Tipo 2: Incisivos superiores se encuentran protruidos o espaciados. (Figura 4) Los hábitos orales inadecuados son los responsables de este tipo de maloclusión. Hábitos como la succión digital, la interposición lingual o labial y el chupeteo pueden modificar la posición de los dientes y la relación y forma de las arcadas dentarias. Los hábitos de presión interfieren en el crecimiento normal y en la función de la musculatura orofacial. (2)
Tipo 3: Si uno o más incisivos están cruzados en relación con los inferiores. (Figura 5). La mordida cruzada anterior presente en esta maloclusión, es una mordida cruzada del tipo dental. En estas mordidas cruzadas uno o más dientes antero-inferiores está excesivamente en protrusión, o los superiores en retrusión, pero las bases esqueléticas están bien relacionadas entre sí. (2)
Tipo 4: Mordida cruzada posterior, los dientes anteriores pueden estar alineados. (Figura 6). Los factores etiológicos que condicionan la existencia de una mordida cruzada posterior son: (2)
Factores genéticos: Hipoplasia maxilar, hiperplasia mandibular o una asociación de ambas.
Hábitos: Respiración oral, deglución infantil y succión anómala
Tipo 5: Si hay pérdida de espacio posterior por migración mesial del primer molar, mayor de 3mm. La pérdida de espacio posterior se asocia con la pérdida prematura de dientes temporales, especialmente los segundos molares temporales; pérdida de dientes permanentes y ausencias congénitas de dientes.(2)
TRATAMIENTO DE UNA MALOCLUSION CLASE I
Uno de los objetivos del tratamiento de ortodoncia es la estabilidad a largo plazo del resultado final. Los enfoques del tratamiento varían, dependiendo del grado de la maloclusión y la ciencia y la experiencia del ortodoncista, y hay diferentes filosofías de tratamiento, así como los tipos de mecánicas. (16)
Las opciones de tratamiento de ortodoncia para hacer frente a estos casos de discrepancia negativa son con o sin extracciones. (12, 17,18)
TRATAMIENTOS SIN EXTRACCIÓN
Estos tratamientos han ganado gran popularidad actualmente, dentro de estas alternativas de tratamiento tenemos:
Protrusión de los Incisivos.
Por cada 2° de inclinación de los incisivos se consigue 1mm de ganancia de longitud del arco dentario. Si analizamos en la telerradiografía de perfil la ganancia total será de 2mm, 1mm por cada lado. (12, 19)
Tallado interproximal. Stripping
El stripping, conocido como la acción de remover el esmalte interproximal, tiene como propósito crear espacio para realizar el tratamiento ortodóntico, dar forma y tamaño adecuado a las piezas dentarias. (12, 19, 20)
Moreno señala que entre las principales indicaciones para realizar desgaste proximal se encuentra la discrepancia de masa dentaria. Ballard en 1944 recomendó tener cuidado al realizar stripping en las superficies interproximales de los dientes anteriores cuando existe un desbalance o desequilibrio. (20)
Barrer afirma que se puede desgastar 0,5 mm por cada cara proximal. Hudson propone: 0,20 mm para los incisivos centrales inferiores, 0,25 mm para los incisivos laterales inferiores y 0,30 mm para los caninos inferiores. Tuverson afirma que se pueden desgastar: 0,30 mm para cada cara proximal de los incisivos inferiores, 0,4 mm para cada cara proximal de los caninos inferiores. Alexander propone 0,25 mm para todos los dientes. Sheridan propone 0,8 mm por cada cara de los dientes posteriores y 0,25 mm por cada cara de los dientes anteriores. (19,20)
Se puede obtener más espacio haciendo stripping (tallado) también entre 1er y 2º molar: 0,6mm en la cara distal del 1er molar y 0,6mm en la cara mesial del 2º molar. (19)
El desgaste interproximal se puede realizar por medios mecánicos con discos abrasivos para pieza de mano de baja velocidad, la unidad de ultrasonido haciendo uso de una pasta de hidróxido de aluminio con una punta especial y tiras de lija. Por medios químicos con ácido fosfórico al 37%, o combinados. Joseph et al. Reportaron que la combinación del sistema químico (ácido fosfórico 37%) y mecánico crea en el esmalte una superficie blanda que presentaría un alto potencial para la remineralización, lo que sería beneficioso para las piezas dentarias. (20)
Expansión
En las últimas dos décadas la expansión rápida del paladar (RPE) se ha convertido en una rutina en la ortodoncia clínica. Aunque inicialmente fue usado para corregir mordida cruzada posterior, existen otras indicaciones para su uso, incluyendo niños con problemas en la longitud del arco. (16)
En el maxilar superior el método que más empleamos es el tornillo de disyunción que iniciamos dando una cuarto de vuelta al dia y aporta 0.25 mm de expansión y que podemos continuar según el paciente, dando un cuarto de vuelta 2 veces al dia hasta conseguir la expansión deseada. La retención es de 3 meses aproximadamente y la edad máxima para conseguir la disyunción es entre 22 y 26 años. (19)
Al abrir las suturas maxilares con RPE, se podría lograr una influencia en la corrección ortopédica de la discrepancia esquelética transversal. Esto ayudaría a obtener una adecuada longitud del arco, corregir la inclinación axial de los dientes posteriores, y mejorar el equilibrio muscular, nasal, la respiración, y la sonrisa. Esta alternativa sin extracciones eliminaría las interferencias funcionales causadas por la mordida cruzada posterior, y mejoraría el perfil. (16)
Adkins et al, demostraron que cada milímetro de aumento de la anchura transpalatal produce un aumento de 0.7 mm en el perímetro de la arcada. Según estos autores, el aumento de la anchura transpalatina disminuye la necesidad de extracción de los dientes permanentes. Con la expansión de la dimensión transversal del maxilar, el espacio temporal en la región de la sutura media palatina se llena de nuevo tejido óseo. Las fibras transeptales que conectan los incisivos centrales maxilares inducen la migración de estos dientes, dando como resultado el cierre del diastema creado durante la expansión. (16)
Haas menciona que cuando la anchura de la base apical maxilar aumenta, los dientes inferiores les seguirán porque se altera el balance muscular y las fuerzas de oclusión. (16)
Lima encontró un aumento clínico positivo y estabilidad en las dimensiones del arco mandibular en pacientes con maloclusión clase I tratados sólo con RPE. (16)
TRATAMIENTOS CON EXTRACCIONES
En el diagnóstico y la planificación del tratamiento de un caso, el ortodoncista examina una serie de variables que lo llevan a su decisión final. Estas variables son el análisis cefalométrico y la medición de los modelos junto con la edad y el sexo del paciente. Otros factores como la condición periodontal, restauraciones, y ausencia congénita o dientes extraídos también tienen un impacto en la decisión. Después teniendo todos los factores anteriores en cuenta, se establece el plan de tratamiento y la necesidad o no de realizar extracciones. (18)
Uno de los principales objetivos de la terapia con extracciones es proporcionar un volumen dentario compatible con las dimensiones existentes del arco, aumentando la estabilidad de la oclusión final. (18,21)
Las extracciones de los cuatro premolares es un protocolo con éxito para el tratamiento de la maloclusión de Clase I. Se ha verificado que la extracción terapéutica de primeros premolares es seguida por cambios en el perfil de tejidos blandos. Estos cambios son en la gran mayoría significativos y exhiben una mejoría respecto a la posición del labio superior e inferior con relación a la línea E o plano estético de Ricketts logrando un mejor balance y armonía de la estética facial. Young T.M. encontraron en pacientes con extracciones de primeros premolares, el labio superior e inferior disminuyo su protrusión en un promedio de 0.5mm y 2.0mm. De igual modo, Drobocky encontró, al examinar 160 pacientes tratados con extracciones de primeros premolares, una retrusión del labio superior e inferior de 3.4mm y 3.6mm respecto a la línea E de Rickets. (17, 18, 21, 22)
Un tratamiento común para los pacientes con severa protrusión dentoalveolar bimaxilar, convexidad facial, incompetencia labial, y apiñamiento es extraer los cuatro primeros premolares y luego retraer los dientes anteriores. (22, 23, 24)
El cierre de los sitios de la extracción puede ocurrir por la retracción de los segmentos anteriores, protracción de los segmentos posteriores, o una combinación de las dos. Sin embargo, la retracción excesiva de los dientes anteriores puede resultar en secuelas iatrogénica tales como la reabsorción radicular, pérdida de hueso alveolar, dehiscencia, fenestración, y la recesión gingival. (23, 24)
Cuando se desea prevenir el movimiento mesial de los segmentos posteriores en sentido anteroposterior, esto se denomina anclaje máximo. Para aumentar el anclaje tenemos aparatos como la barra transpalatal, arco de Nance, implantes y tracción extraoral. (23, 24)
Las fuerzas de anclaje intraoral incluyen: hueso alveolar, dientes, arcos dentales, hueso basal del paladar y la mandíbula, la mecánica momento diferencial, y músculos de los labios. Renfroe refiere que la unidad de anclaje debe ser más resistente que los dientes que se estan moviendo. (23)
Varios investigadores han reportado un rango de movimiento mesial del molar de 0 a 2,4 mm, cuando la retracción canina se combina con el uso de aparatos auxiliares para el control de anclaje. Cuando el auxiliar no se usa mientras se retrae los caninos con la mecánica tradicional, existe un movimiento mesial de 1,6-4mm.(23)
Extracción del incisivo inferior
En algunas situaciones, la extracción intencional de un incisivo mandibular puede permitir al ortodoncista lograr una mejor función oclusal y resultados estéticos, con una mínima manipulación ortodóncica y, en consecuencia, una modificación mínima del perfil. (25, 26)
La extracción de un incisivo inferior está indicado principalmente en 4 tipos de situaciones clínicas: anomalías en el número de dientes anteriores (incisivos inferiores supernumerarios), anomalías en el tamaño de los dientes (macrodoncia de incisivos inferiores o microdoncia de los incisivos laterales superiores), erupción ectópica de los incisivos (mala posición severa de los incisivos) y moderadas maloclusiones de clase III (mordida cruzada anterior o de la relación de borde a borde de los incisivos, con una tendencia a la mordida abierta anterior). (25,26)
Sin embargo, en otras situaciones, puede ser una falta congénita de un incisivo inferior por lo que el ortodoncista debe estar consciente de la desfavorable discrepancia y de las dificultades y limitaciones de este problema en el logro de un satisfactorio resultado oclusal. (25)
Otra precaución que se debe tener, es que la extracción de un incisivo mandibular en una maloclusión de clase I en la que no exista discrepancia de Bolton, disminuye las posibilidades de obtener un overbite y overjet adecuado. (26)
Corrección de hábitos
La corrección de la mordida abierta puede ser un gran desafío durante el tratamiento de ortodoncia. Numerosas teorías sobre la causa de las mordidas abiertas se han propuesto. Las teorías más comunes son: la herencia, patrones de crecimiento desfavorables, los hábitos digitales, y función de la lengua. La corrección de la mordida abierta con ortodoncia convencional puede tener éxito. Sin embargo, estudios de estabilidad de la corrección de la mordida abierta después de ortodoncia han mostrado que sólo el 35% ha recaído. La mordida abierta quirúrgica tiene también recaída después del tratamiento, aunque menos que la terapia no quirúrgica. (2, 6, 27)
Unos ejercicios simples se pueden enseñar al paciente. Estos incluyen el posicionamiento de la lengua en el paladar para producir un "clic". Este clic puede ser utilizado como una referencia para la correcta posición de la lengua, cuando el paciente está tragando. El próximo paso es colocar la punta de la lengua en la posición de clic y la fuerza de la punta de la lengua hacia arriba. Este movimiento va entrenar los músculos de la lengua. Este ejercicio debería realizarse 10 repeticiones, tres veces al día. (27)
Existe otros ejercicios y aditamentos mecánicos con los que el ortodoncista cuanta, pero lo trascendental es eliminar el hábito para dar estabilidad a largo plazo de la corrección ortodóntica.
DISCUSIÓN
Dentro de las alteraciones bucales de mayor prevalencia se encuentran las maloclusiones, las cuales afectan un amplio sector de la población, ya que son consideradas un problema de salud pública. (4,5)
Las maloclusiones unidas a factores locales o sistémicos propios o no del sistema estomatognático, forman parte o tienen una etiología multifactorial que influyen en la aparición de los trastornos temporomandibulares. (1)
Durante muchos años, la clasificación de Angle se ha utilizado como lenguaje de entendimiento entre los profesionales. La clase I de Angle es la más predominante, seguida por la Clase II y por último la Clase III. Las maloclusiones de clase I y II al estar asociadas a disfunciones neuromusculares y hábitos bucales deformantes, favorecen el crecimiento vertical posterior y por ende la rotación horaria de la mandíbula, que provocan problemas de la articulación temporomandibular, haciéndolas vulnerables a padecer algún signo o síntoma de trastorno temporomandibular. (1,13)
Debido a que una de las principales razones por las cuales los pacientes acuden al ortodoncista es por mejorar su apariencia. El tratamiento de las maloclusiones podría significar un comprensible cambio en los tejidos blandos. Por esta razón los tratamientos con y sin extracciones han tenido una alta controversia. (17,18)
La frecuencia con la que el ortodoncista realiza las extracciones ha cambiado a través de los años, dependiendo de los objetivos del tratamiento y otros factores. Deacuerdo ha un estudio realizado por Proffit en 1950, solo el 10% de los casos fue tratado con extracción de los cuatro primeros premolares. En la siguiente década, el porcentaje alcanzó su pico con el 50% y se mantuvo ahí hasta 1980 y de ahí este empezó a bajar. El autor atribuye una disminución en las tasas de extracción debido a la falta de evidencia en la literatura respecto a la estabilidad del tratamiento después de las extracciones, así como la relación de la disfunción de la ATM asociada a las extracciones. (18)
CONCLUSIONES
El diagnóstico es un criterio importante para el éxito de cualquier tratamiento de ortodoncia y por lo tanto, es pertinente que el ortodoncista tenga un conocimiento adecuado de la oclusión dental y la oclusión esquelética subyacente como las compensaciones dentoalveolares con el fin de reducir la severidad de la maloclusión.
La ortodoncia surge ante la insatisfacción de los pacientes de su apariencia, siendo esta la principal razón por la cual las personas buscan dicho tratamiento.
Como hemos visto la maloclusión clase I es la más frecuente de las enfermedades de la cavidad bucal, y presenta diferentes alternativas de tratamiento, los cuales siempre deben basarse en la edad, la gravedad, la etiología de esa maloclusión y las características clínicas y radiográficas observadas en cada paciente.
La posición de los dientes en el espacio, su movimiento, y la estabilidad del resultado final, además de la estética facial, son condiciones importantes que deben ser considerados en la planificación del tratamiento.
Es un hecho conocido que, dependiendo de cómo el tratamiento este planificado y llevado a cabo, existirán diferentes respuestas que se van a ver reflejados en los tejidos blandos.
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