Patologías más frecuentes en cavidad bucal en niños y adolescentes malnutridos y nutridos que asistieron al Centro de Atención Nutricional Infantil Antímano durante mayo y octubre de 2008
Para efectos de referencia bibliográfica este trabajo debe ser citado de la siguiente manera:
Jimenez C. De Freitas G. Corzo L. Hernandez L. "PATOLOGÍAS MÁS FRECUENTES EN CAVIDAD BUCAL EN NIÑOS Y ADOLESCENTES MALNUTRIDOS Y NUTRIDOS QUE ASISTIERON AL CENTRO DE ATENCIÓN NUTRICIONAL INFANTIL ANTÍMANO DURANTE MAYO Y OCTUBRE DE 2008."
Revista Latinoamericana de Ortodoncia y Odontopediatria "Ortodoncia.ws edición electrónica junio 2009. Obtenible en: www.ortodoncia.ws. Consultada, / /
Profa. Cecilia Jiménez Palacios. M.Sc. en Medicina Estomatológica, Prof. Titular de la Facultad de Odontología U.C.V., Jefe del Departamento de Medicina Bucal U.C.V., Docente de la Cátedra de Clínica Integral U.C.V.
Od. Graciela De Freitas. Facultad de Odontología U.C.V.
Br. Lorena Corzo. Estudiante del 5to año. Facultad de Odontología U.C.V.
Br. Leonardo Hernández. Estudiante de 5to año. Preparador de la Cátedra de Dentaduras Parciales Removibles U.C.V.
Resumen
La malnutrición es el cuadro clínico que se caracteriza por una alteración del organismo, consecuencia del desequilibrio entre la ingesta de nutrientes esenciales y las necesidades básicas o de un aporte excesivo. A nivel mundial son pocas las referencias que relacionen patologías bucales con el diagnóstico nutricional. La clasificación nutricional utilizada en los pacientes del Centro de Atención Nutricional de Antímano en Caracas- Venezuela (CANIA) fue: Eutrófico (normopeso), Desnutrición subclínica, Leve, Moderada, Severa y Obesidad. El Objetivo General fue el de determinar las diversas patologías bucales de los niños y adolescentes que llegaron al triaje del centro. Materiales y Métodos: se empleó equipo básico y luz frontal y un instrumento de recolección de datos que contenía: datos socio-epidemiológicos, diagnóstico nutricional, patología presente y características de las mismas. La investigación fue de tipo mixta: documental, de campo, descriptiva y transversal. Resultados: 347 pacientes observados, 167 presentaron lesión en tejido duro y blando. La Caries Dental fue la lesión más frecuente con 53%, seguido de Máculas malanóticas 12% e Hipoplasia de Esmalte 6%. El grupo etáreo más afectado fue entre los 6 a 8 años (35%). El Género prevalente fue el Masculino 64%, la Localización fue el tejido dentario (61%). Conclusiones: Este estudio permitió registrar el tipo de patología que afecta a esta población con deficiencia nutricional, así mismo, la importancia de la evaluación integral e interdisciplinaria pediátrica, para dar mejor atención odontológica, acorde con las patologías presentes por la malnutrición.
Abstract
Malnutrition is the clinical stage characterized by an alteration of the body due to an equilibrium disorder between a diminished intake of essential nutrients for the basic necessities or also of an excessive amount of them. In global data, there are scarce references that relate oral pathologies with nutritional diagnostics. The nutritional classification used on the patients of the "Centro de Atención Nutricional Integral de Antímano", The Nutritional Alterations Center of Antímano, (C.A.N.I.A.) in Caracas, Venezuela is Eutrophic (normal weight), Desnutrition (Subclinical, light, moderate and severe) and Obesity. Our General Objective was to determine diverse oral pathologies in children and adolescents that concurred to the outpatient (triage) consultation facility. Materials and Methods: we used basic dental equipment with a frontal light and a simple questionnaire that allowed social epidemiology information, nutritional diagnostic status, pathology found, if any, and characteristics of them. The investigation was of a mixed kind, field, documental, descriptive and transversal. Results: of 347 patients observed, 167 presented lesions in hard and soft tissue. Dental Cavities was the most frequent (53%). Melanotic macule 12% and Enamel Hypoplasia 6 %. The age group most affected was the 6 - 8 years (35%). The gender group most affected was the male with 64%. The locale was the dental tissue (61%). Conclusion: This study registers the kind of pathology that affects this group with nutritional deficiency, and the importance of an integral and interdisciplinary pediatric evaluation for a better odontological approach.
Key Words: Malnutrition, nutrition, oral pathology. Children and adolescents
Introducción
La nutrición es la base de la energía de los seres vivos, para que puedan desarrollarse, integrarse e interrelacionarse entre ellos mismos y en el medio ambiente en donde se desenvuelven. Es considerada como un requisito indispensable para todos los seres humanos, y su afectación genera un estado de malnutrición que se acompaña de diversas manifestaciones clínicas, las cuales nos perjudican tanto a nivel físico, como social y emocional.
De acuerdo con la carencia o exceso de uno o varios nutrientes, pueden existir diversos trastornos bioquímicos, funcionales y manifestaciones clínicas. Dentro de estas últimas, se encuentran aquellas ubicadas en la cavidad bucal, ya que las alteraciones nutricionales pueden repercutir en el desarrollo y condiciones del sistema estomatognático, presenciándose lesiones en tejidos duros y blandos (1).
No existen suficientes estudios que relacionen la malnutrición con lesiones en cavidad bucal, sobre todo en los tejidos blandos, la mayoría se basan en el índice de caries presente.
La Malnutrición
Es un cuadro clínico caracterizado por una alteración en la composición de nuestro cuerpo, resultado del desequilibrio entre la ingesta de nutrientes esenciales y las necesidades nutricionales básicas (malnutrición), o de un aporte excesivo (hipernutrición). Ambas condiciones son el resultado de un desequilibrio entre las necesidades corporales y el consumo de nutrientes esenciales, es decir cuando no se consumen los alimentos necesarios para que el organismo realice los procesos metabólicos indispensables para su buen funcionamiento, se convierte en un impedimento en el desarrollo de cualquier ser humano y puede convertirse en un mal hereditario, es decir, si una persona con malnutrición no se atiende oportunamente, puede heredar las deficiencias motoras o mentales, además de provocar alguna enfermedad o incluso la muerte (2,3).
Ambos tipos de malnutrición se desarrollan en varias etapas que habitualmente requieren un tiempo considerable. En primer lugar, los valores sanguíneos y/o en tejidos de esos nutrientes cambian; después se producen cambios intracelulares en las funciones bioquímicas y en la estructura; finalmente, aparecen los síntomas y signos. A partir de aquí, esas alteraciones nutricionales tienen su traducción en morbilidad y mortalidad. (2,3)
Causas
"La desnutrición se produce por una ingesta inadecuada, malabsorción digestiva, pérdida anormal de nutrientes por el tubo digestivo, hemorragia, fallo renal o excesiva sudación, infección o adicción a drogas. La hipernutrición se origina por una ingesta excesiva, ejercicio insuficiente, abuso de dietas terapéuticas incluyendo la nutrición parenteral, excesiva ingesta de vitaminas -sobre todo B6, niacina y vitaminas A y C, e ingesta excesiva de minerales". (2)
Factores de Riesgo de Desnutrición
Bebés y niños pequeños con poco apetito.
Adolescentes en etapa de crecimiento rápido.
Mujeres embarazadas o en período de lactancia.
Ancianos.
Personas que tienen una enfermedad crónica del tracto gastrointestinal, del hígado o de los riñones, particularmente si han perdido recientemente del 10 al 15 % de su peso.
Personas que se someten a dietas agresivas durante largo tiempo.
Los vegetarianos.
Alcohólicos o drogodependientes que no se alimentan adecuadamente.
Enfermos de SIDA.
Personas que toman fármacos que interfieren con el apetito o con la absorción o excreción de los nutrientes.
Enfermos de anorexia nerviosa.
Personas que han sufrido fiebre prolongada, hipertiroidismo, quemaduras o Cáncer (2,3).
Factores de Riesgo de padecer obesidad
Niños y adultos que tienen buen apetito pero no hacen ejercicio.
Personas que tienen más de 20 por ciento de sobrepeso.
Personas cuya dieta tiene un alto contenido en grasas y sal.
Personas que toman dosis altas de ácido nicotínico (niacina) para tratar la hipercolesterinemia.
Mujeres que toman dosis altas de vitamina B12 (piridoxina) para el síndrome premenstrual.
Personas que ingieren dosis altas de vitamina A debido a afecciones de la piel.
Personas que toman dosis altas de hierro u otros oligoelementos sin prescripción médica (2,3).
Consecuencias
Las consecuencias se observan tanto a nivel de la función como de estructura del organismo. En el aparato digestivo se produce una atrofia de la mucosa que lo reviste, lo que ocasiona una disminución en la absorción de los alimentos y alteración en su función protectora con pasaje de microorganismos a la sangre e infecciones que perpetúan el cuadro. Agravado por una alteración en la función del sistema inmunológico de defensa. (2,3)
La energía necesaria para mantener las funciones metabólicas, es aportada principalmente por los músculos, a coste de la destrucción de las proteínas que lo constituyen. (2,3)
Todo esto lleva a que la recuperación sea más lenta, a que aumenten las complicaciones, se prolongue el tiempo de hospitalización con aumento de los costos y de diversos problemas relacionados, infecciones por ejemplo. (2,3)
El diagnóstico nutricional que se tomo como referencia para el trabajo de investigación fue el realizado por el personal del Centro de Atención Nutricional Infantil de Antímano (CANIA) (1995) de acuerdo con la siguiente categoría:
Eutróficos: Son aquellos pacientes que presentan talla y peso adecuados para su edad, por lo que son referidos a centros de salud para su control preventivo.
Desnutrición subclínica: Los pacientes que entran en esta categoría, no presentan signos y síntomas evidentes de desnutrición, sin embargo diversos datos como la calidad y cantidad de nutrientes ingeridos, no son los adecuados, lo que los convierte en propensos a sufrir de desnutrición, por lo que se lleva un control que incluye charlas informativas sobre aspectos alimentarios y nutricionales y monitoreo de sus condiciones físicas.(4)
Desnutrición leve: A estos niños o adolescentes, en la primera consulta, se les realiza una evaluación integral antropométrica, pediátrica, dietética, bioquímica y funcional, lo que garantiza un diagnóstico minucioso del estado nutricional y se indica tratamiento médico nutricional específico para cada caso.(4)
Desnutrición moderada: Es cuando ha avanzado el déficit de peso y generalmente tiene patologías agregadas, principalmente enfermedades de las vías intestinales y respiratorias. Se presenta sobre todo a menores de 10 años.
Cuando el niño cursa este tipo de desnutrición los signos y síntomas son más acentuados, mencionándose los siguientes:
El niño se muestra apático y desganado por comer, por lo que se lleva más tiempo al consumir sus alimentos.
El niño no siente hambre y no demanda su alimentación. Por lo que la madre o personal de salud deben insistir en proporcionarle los alimentos.
Estos niños son atendidos en la modalidad de semi- internado, en el cual reciben el 85% de sus requerimientos nutricionales, a través de un régimen dietético cuya composición y distribución son específicas para cada caso.(4)
Desnutrición severa: es sin duda la más dramática de las enfermedades nutricionales; generalmente se identifica en dos tipos, Kwashiorkor y Marasmo.(4)
Sobrepeso: presentan un Índice de masa corporal (IMC) entre 25 y 29.9 de IMC, tienen un riesgo Moderado/Alto de padecer enfermedades cardiovasculares, ateroesclerosis, diabetes tipo II, hipertensión, derrame cerebral y ciertos tipos de cáncer. Se recomienda seguir un régimen de dieta y ejercicios que los haga bajar de peso.(5)
Obesidad leve: presentan un IMC de 30 a 34.9. Estos pacientes requieren de una asistencia médica más completa y profunda ya que se pueden aumentar el riesgo o presentar presiones sanguíneas elevadas e hiperlipoproteinemias. (5)
Obesidad moderada: presentan un IMC de 35 a 39.9 Estos pacientes tienen al menos una condición médica que se agrava con la obesidad y un gran riesgo de desarrollar más enfermedades, sobretodo, cardiovasculares que se agravan con la edad. La calidad y esperanza de vida se ven afectadas por la alteración de la movilidad y la autosuficiencia. (5)
Obesidad severa: presentan un IMC de 40 o más. Tienen un riesgo altísimo de padecer enfermedades graves como diabetes, alta presión, infartos, embolias, etc. (5)
Antecedentes de la Investigación
Martínez y Lucas, realizaron un estudio longitudinal en el año 2002 para determinar la posible relación entre la desnutrición y los trastornos de la cavidad bucal. El estudio se realizó en 59 niños entre 6 meses y 5 años de edad que asisten al Centro de Salud de Villa Forestación ubicado en Barranqueras (Argentina). La población fue 59 niños, de los cuales 31 pertenecían al sexo femenino y 28 al masculino. Del total de niños examinados 42 niños (71.18%) presentaban desnutrición de distintos grados y los 17 restantes (28.82%) eran normopeso. Observaron retardos en el desarrollo de los dientes primarios únicamente en el grupo de los niños desnutridos. Sólo en 3 (7.14%) de los niños del grupo de desnutridos se observó hipoplasia del esmalte, mientras que en el grupo normopeso no se halló ningún caso. En cuanto al índice ceo (cariados, extraídos y obturados temporales), se observó que los niños desnutridos entre las edades de 3 a 4 años fue de 3.4 y entre 4 y 5 años fue de 9.85, mientras que en los niños normo peso, en los mismo rango de edad fue de 3.28 y 4.3 respectivamente. (6)
Bessa y et al.(2004) estudiaron a una población de 1.211 niños brasileros, los cuales dividieron en dos grupos etáreos, de 0-4 y de 5-12 años, de los cuales un 27 % presentaban lesiones en cavidad bucal, siendo mayor en el segundo grupo etáreo. Igualmente, encontraron que las lesiones más comunes fueron: lengua geográfica, morsicatum buccarum, máculas melanóticas. (7)
Quiñones y et al. (2006), Realizaron un estudio en el Municipio Bauta (Cuba) a un grupo de 52 escolares de educación primaria, 26 eran normopeso y 26 con trastornos nutricionales, dentro de los cuales 12 eran de bajo peso y 14 delgados, a quienes se evaluó: el índice de caries ceo -CPOD (cariados, perdidos y obturados permanentes), las maloclusiones y la prevalencia y gravedad de gingivitis (índice PMA (encía papilar, marginal y adherida)).(8)
Los resultados obtenidos fueron los siguientes: Los índices de ceo-d y CPO se encontraron elevados en los niños con trastornos nutricionales (1,5 y 0,66, respectivamente), las maloclusiones se manifestaron con mayor porcentaje en el grupo de los niños de bajo peso con un 66,6%, se presentó mayor porcentaje de gingivitis leve en el grupo de niños de bajo peso con un 58,33%, mientras que los niños normopeso presentaron el mayor porcentaje de gingivitis moderada con un 23, 07%.(8)
Papa y et al. (2006), realizaron el estudio de un caso de desnutrición infantil severa en Maracaibo, Edo. Zulia-Venezuela. En el cual una paciente de 9 años, procedente del lugar, con 10,200 kg de peso y una talla de 100 cm.; presentaba regulares condiciones generales, retraso psicomotor, palidez cutánea mucosa y edema bipalpebral; en su piel se observaron lesiones eritematosas y descamativas generalizadas, además de cabello ralo, quebradizo, escaso panículo adiposo y atrofia muscular. No caminaba y presentaba edema de miembros inferiores, abdomen globuloso, no doloroso, sin megalias.(1)
A nivel cráneo-facial se encontró que la paciente era dolicocefálica, presentaba "labio superior corto e hipotónico y retroquilia del inferior con características de hipertónico, ambos labios resecos e incompetentes, músculo de la borla del mentón hipertónico, línea media facial centrada, tipo facial leptoprosopo y perfil convexo, con protrusión dentoalveolar superior y retrognatismo mandibular".(1)
Al examen intrabucal, presentaba gingivitis crónica generalizada, cálculo abundante supragingival generalizado, materia alba, placa dental, caries, retardo en el desarrollo y erupción dental, mandíbula atrésica y retrognática, paladar profundo y ojival. En el tejido duro se observó hipodoncia del 32 y 42, apiñamiento anterior superior e inferior y estrechez en el hueso de ambos maxilares. En la oclusión, la línea media dentaria inferior se encuentra desviada hacia la derecha por 1 mm, relación canina clase II, relación molar clase II, resalte 6 mm y sobrepase ausente. En lo funcional, la articulación temporomandibular es normal y la masticación, aparentemente, unilateral del lado izquierdo; la paciente emite algunos sonidos foniátricos, sin articular palabras y presenta hábitos de succión labial, deglución atípica y respiración buconasal (1).
También para el año 2007, Jiménez et al. realizaron un levantamiento epidemiológico referente a las lesiones en tejidos blandos en los niños y adolescentes, sin trastornos nutricionales, que asistieron al Centro Odontopediátrico de Carapa durante el periodo de Mayo- Noviembre. La población total fue de 361 pacientes entre niños y adolescentes, con edades comprendidas entre los 2 y los 17 años de edad, de los cuales 245 pacientes fueron evaluados clínicamente, de ellos, 69 pacientes (28,16%) presentaron 82 lesiones patológicas en los tejidos blandos, correspondiendo 39 (56,52%) pacientes al género masculino y 30 (43,47%) pacientes al género femenino.(9)
Su estudio arrojó que la "lesión más frecuente fue el Morsiscatum Buccarum y la Leucoplasia con 13 casos cada uno lo que representa el 15,87%; seguido por el Fibroma Traumático con 10 casos siendo el 12,19%; luego la Candidiasis y la Glositis Migratoria Benigna con 8 casos cada una representando el 9,75%; la Úlcera Traumática con 7 casos el 8,53%; Queilitis Actínica y Herpes Labial Recurrente con 5 casos cada uno siendo el 6,09%; Mucoceles 4 casos al 4,87%; Quiste de Erupción, Impétigo, Estomatitis Nicotínica y Estomatitis Subprotésica 2 casos cada uno representando el 2,43%; y la Úlcera Aftosa Recurrente un caso el 1,21%".(9)
Psoter y et al. (2007) de la Escuela de Odontología de la Universidad de Nueva York realizaron un trabajo de investigación titulado "Efectos de la Malnutrición infantil sobre el flujo y el pH salival", que se basó en un estudio realizado en Haití desde el año 2004 al 2006, en donde se estudió los efectos de la malnutrición por deficiencia proteica en una muestra de adolescentes en edades comprendidas entre 11 y 19 años, los cuales referían haber sufrido de este problema en la infancia. Los investigadores realizaron un estudio retrospectivo de los efectos de malnutrición proteico-energética con datos de niños desde el nacimiento hasta los 5 años y el estado actual de nutrición de estos ya en la adolescencia; recolectando rango de flujo de saliva estimulada y no estimulada, pH y categoría y estatus nutricional antropométrico. (10)
El resultado de esta investigación arrojó que el flujo de saliva tanto estimulada como no estimulada se encontraba reducida en niveles significativos, donde se había experimentado malnutrición severa en la infancia y en aquellos que continuaban teniendo problemas de malnutrición. En el pH salivar se demostró una pequeña pero importante variación entre los grupos malnutridos y los nutridos. El estudio concluyó que existe una disminución de la función de las glándulas salivares como resultado de malnutrición en la infancia en los adolescentes, explicando además que el sistema exocrino glandular puede verse comprometido por extensos períodos de tiempo como consecuencia de la malnutrición protéico-energética (MPE), lo cual puede desarrollar importantes implicaciones en el sistema antimicrobial de defensa del organismo.(10)
Recientemente, Aliaga y Durand (2008) realizaron un estudio en 32 comunidades campesinas de Ancash en Perú, para realizar un diagnóstico de la situación de salud de las mismas, ya que su acceso a servicios de salud son escasos. En total examinaron a 7286 personas arrojando los siguientes resultados: en los menores de 5 años la desnutrición crónica fue la predominante con un 33% mientras que en los niños y adolescentes (6-19años) fue la desnutrición aguda con 27%, dentro de este grupo, la caries dental fue la primera causa de enfermedad con una prevalencia de 33%, seguida por la parasitosis y la desnutrición con 27% y 18%, respectivamente. En su estudio ellos indican que los problemas bucales se deben a diversos factores, como los malos hábitos de higiene, la placa bacteriana, así como a la presencia de las hormonas sexuales (estrógenos y progesterona) que condicionan cambios en el pH salival, tornándolo más ácido y con una menor capacidad buffer; asimismo incrementa la susceptibilidad inflamatoria de los tejidos periodontales.(11)
En base a todos estos antecedentes, se decidió realizar un estudio sobre las diversas patologías bucales en niños y adolescentes con malnutrición, ya que no hay estudios que relacionen específicamente ciertas patologías con desnutrición u obesidad. Por lo tanto se visitó el Centro de Atención Nutricional Infantil de Antímano (CANIA), para evaluar e identificar las diversas patologías que pueden ser observadas en niños y adolescentes que asisten, por problemas de malnutrición o sospecha del mismo, al Triaje de dicho centro durante el mes de Mayo de 2008.
Objetivo General:
Determinar las patologías más frecuente en cavidad bucal en los niños y adolescentes malnutridos y nutridos que asisten por primera vez al Centro de Atención Nutricional Infantil Antímano (CANIA) de Mayo y Octubre de 2008.
Objetivos Específicos:
Examinar la cavidad bucal de los niños y adolescentes que asisten por primera vez al Centro de Atención Nutricional Infantil Antímano.
Identificar las patologías encontradas en la cavidad bucal de los niños y adolescentes que asisten por primera vez al Centro de Atención Nutricional Infantil Antímano.
Determinar por grupo etáreo y género los pacientes que presenten patologías en cavidad bucal.
Determinar la frecuencia de presentación de las patologías según su localización.
Materiales y métodos Materiales:
Los materiales utilizados fueron: bajalenguas, espejos, lámparas frontales, guantes, tapa boca, servilletas, lápiz de grafito, bicolor y bolígrafo. Historias clínicas del Centro de Atención Nutricional Infantil Antímano de los pacientes que asistieron al triaje. Ficha de recolección de datos socioepidemiológicos (nombre, edad, motivo de consulta, peso, talla, diagnóstico nutricional) donde además, se recolectaron los datos de las lesiones: naturaleza, forma, color, superficie, consistencia e implantación). Carta de consentimiento informado, dirigida a los padres y/o representantes Cámara fotográfica.
Métodos:
Se llevó a cabo un estudio tipo mixto, ya se fusionó, lo documental y de campo con lo descriptivo, y lo no experimental, con lo transversal. En el Centro de Atención Nutricional Infantil Antímano (CANIA), ubicado en la parroquia Antímano, Distrito Capital, Caracas- Venezuela. El estudio se realizó en niños y adolescentes que asistieron al triaje de este centro durante los meses de Mayo y Octubre de 2008. La población total estimada fue de 1000 niños y adolescentes con edades comprendidas entre 0 y 18 años, sin embargo la población examinada fue de 347. La muestra obtenida para el desarrollo del trabajo fue de 167 pacientes. Para la recolección de datos, se examinó con visión directa, recolectando así, la información en el instrumento diseñado para tal fin. Se utilizaban los bajalenguas y/o espejos para observar y determinar la presencia o no de lesiones en tejido duro y blando. Para esto, los investigadores fueron calibrados y entrenados con respecto a la nomenclatura y descripción de las diversas lesiones que se podrían observar en la cavidad bucal de la población a analizar, ajustado a las normas de guía de la Organización Mundial de la Salud (12).
Los pacientes eran revisados por los investigadores después de ser atendidos por la enfermera auxiliar y la pediatra, quien daba su diagnóstico nutricional, información importante para el trabajo a realizar. Los padres y/o representantes debían estar presentes durante la evaluación y de acuerdo al diagnóstico se le pedía al representante firmar el consentimiento informado, donde autorizaba a los investigadores a evaluar y tomar fotografías, las cuales servirían de apoyo para la investigación.
Una vez concluida la recolección de la información, estos fueron procesados mediante un programa de Microsoft Excel, en ambiente Windows Vista, donde se procedió a tabular y clasificar los datos obtenidos para posteriormente graficar y obtener los resultados.
Resultados y Análisis
El grafico N°1 muestra el porcentaje de niños y adolescentes asistentes al triaje de CANIA en los meses de Mayo-Octubre del 2008, agrupados según el parámetro de si presentaban lesiones en cavidad bucal o se encontraban libres de lesión. Arrojando que existe una prevalencia de niños y adolescentes totalmente sanos por 180 pacientes (52%) en contraparte de aquellos que presentaron lesiones bucales con una muestra de 167 pacientes (48%).
La tabla Nº 1 y gráfico Nº 2 anterior muestran el número y porcentaje de lesiones, encontradas en los niños evaluados en el triaje del Centro de Atención Nutricional Infantil de Antímano (CANIA). Se encontraron 23 lesiones diferentes, siendo la Caries (53%) (Anexo Nº 1), la Mácula Melanótica (12%) (Anexo Nº 2) y la Hipoplasia del esmalte (6%) (Anexo Nº 3), las más frecuentes halladas en la muestra tomada para la investigación.
El gráfico Nº 3 muestra el porcentaje existente de los diferentes Diagnósticos Nutricionales encontrados en los niños y adolescentes evaluados en C.A.N.I.A., siendo los diagnosticados en el grupo de los Eutróficos (Eutróficos y Eutróficos talla baja) con un 26% al igual que el grupo con Obesidad (Sobrepeso, Leve. Moderada y Severa) siendo los grupos con mayor porcentaje, seguido del grupo con Desnutrición (Leve, Moderada y Severa) con un 25% y la Desnutrición subclínica con un 19%.
El gráfico No 4 muestra la cantidad de niños y adolescentes que presentaron lesión agrupados según la edad. Mostrando que las edades comprendidas entre 6 y 8 años fue la que presentó mayor cantidad de patologías con un 35%, seguido por el grupo de 3 y 5 años con 19%.
El gráfico No 5 muestra el porcentaje de los niños y adolescentes agrupados según el género, mostrando que la mayor cantidad de lesiones se encuentra en el grupo del género masculino con 64%.
En el gráfico No 5 se observa la localización más frecuente de las lesiones encontradas, expresado de forma porcentual, la cual corresponde a los dientes con un 61%, seguido de la encía adherida con un 13%.
En el gráfico No 7 se relacionan el número de pacientes, según su diagnóstico nutricional, con las lesiones encontradas en los niños y adolescentes examinados en CANIA. Se puede observar que los eutróficos, seguidos por obesidad moderada y con desnutrición subclínica, prevalecen en la mayoría de las lesiones halladas. La caries es la lesión más predominante en todos los diagnósticos.
DISCUSIÓN
La malnutrición puede estar relacionada directa o indirectamente con la presencia de lesiones en la cavidad bucal, siendo importante el remitir a los pacientes al profesional de salud bucal, aunque lo más adecuado sería que el sistema de salud nacional integrara a los odontólogos en la evaluación general de los pacientes, como en este caso, desde tempranas edades y así formar un equipo multidisciplinario que le brinde un buen servicio y atención integral a toda la población. El examen clínico bucal no debe ser tan limitado a la presencia de caries y enfermedad periodontal, sino más exhaustivo donde se incluya un chequeo minucioso de toda la cavidad bucal, tejidos blandos y duros.
Dentro del total de los niños y adolescentes que presentaban lesión en cavidad bucal, el 26% eran eutróficos, el 26% sufrían de Obesidad, 25% de desnutrición y 19% de desnutrición subclínica, esto se corresponde con las estadísticas de CANIA (Anexo Nº 4) desde 1996 hasta el 2007, donde se observan que prevalecen los problemas nutricionales dentro de la población atendida en el centro, lo cual se relaciona con los resultados obtenidos en este estudio, en la que la población con problemas de nutrición está representada por un 70% frente a los eutróficos con 26%.
Martínez y Lucas (2002) (6), Quiñones et al. (2006)8 y Aliaga y Durand (2008) (11) reflejaron en sus trabajos que los niños con desnutrición tenían mayor prevalencia de caries que los normopeso, lo cual corrobora el resultado obtenido de 53% de niños y adolescentes, asistentes a CANIA, con presencia de caries, siendo la lesión más frecuente.
Martínez y Lucas (2002) (6) también observaron que sólo en el grupo de desnutridos presentaban hipoplasia del esmalte (7,14%) y ningún caso en el grupo de normopeso, en esta investigación, se encontró dentro de los casos de hipoplasia del esmalte, que el 50% se corresponde con niños y adolescentes con problemas de nutrición y el 50% restante en los clasificados como eutróficos y eutróficos de talla baja.
Bessa et al. (2004) (7) reflejaron en su estudio realizado en niños de 0-12 años que las lesiones más frecuentes fueron: lengua geográfica, morsicatum buccarum y máculas melanóticas, lo cual concuerda con los resultados de nuestro estudio, ya que dichas lesiones fueron también encontradas en nuestro estudio: máculas melanóticas (12%), morsicatum buccarum (3%), lengua geográfica (2%). Cabe destacar que el trabajo de Bessa et al. no tomo en cuenta el diagnóstico nutricional de los menores y sólo se limitó a tejidos blandos.
En relación al grupo etáreo, se obtuvo mayor frecuencia en el grupo de pacientes entre 6 y 8 años con un 35%, estos resultados difieren de otros estudios como los realizados por Martínez y Lucas (6) donde su investigación solo tomo como muestra a aquellos pacientes en un rango de edades entre 3 y 5 años, y el de Jiménez et. al realizado en 20079, donde la mayor incidencia se da en individuos con edades de 16 y 17 años lo que representa el 49.27% de su muestra, cabe destacar que en este último estudio no se tomaron en cuenta los trastornos nutricionales de los niños y adolescentes.
En cuanto al género se encontró una mayor prevalencia del masculino de 64% con respecto al femenino con un 36%, obteniendo resultados similares a Jiménez et al. en el 2007 (9) estudio realizado en una población de niños y adolescentes sin tomar en cuenta su diagnóstico nutricional, donde el género masculino presentó una prevalencia del 56,52%; a diferencia del trabajo realizado por Martínez y Lucas6 que obtuvo una mayor prevalencia en el género femenino con 52,54%.
En cuanto a la localización anatómica de las lesiones la zona más afectada en este estudio fue en Dientes tanto permanentes como temporales (61%) seguido por Encía adherida (13%). Difiriendo así de los resultados obtenidos por Jiménez et al. en el 2007 (9), donde se presentó mayor incidencia en Carrillos y Reborde alveolar ambos con un 28%, ya que en su investigación no tomaron en cuenta lesiones presentes en tejidos duros.
CONCLUSIONES
De los 167 pacientes que presentaron lesión, el 26% corresponde a niños y adolescentes con Diagnóstico nutricional de Eutróficos (Eutróficos 16% y Eutróficos Talla baja 10%), al igual que el grupo con Obesidad (Sobrepeso 1%, Leve 6%, Moderada 13% y Severa 6%) con 26%, seguido por la Desnutrición (Leve 15% y Moderada 10%) con un 25%, la Desnutrición Subclínica con un 19% y 4% que no tenían diagnóstico.
Las patologías que se observaron con mayor frecuencia en los pacientes evaluados fueron: Caries (53%), presentando una mayor incidencia en aquellos pacientes calificados como desnutridos subclínicos (16,8%) y eutróficos (16,8%), Mácula melanótica (12%) presentándose mayormente en pacientes con obesidad moderada (31,03%), Hipoplasia del esmalte (6%), Morsicatum Buccarum (3%) y Petequias (3%).
De los 167 pacientes que presentaron lesiones, el grupo etáreo que presentó mayor índice de afección aquellos en edades comprendidas entre 6 y 8 años, con un 35% seguido del grupo de pacientes entre 3 a 5 años, con un 19%.
De los 167 pacientes que presentaron lesiones en cavidad bucal, 64% corresponde al género masculino mientras que el género femenino presentó un 36%.
Según la localización de las lesiones las zonas de mayor incidencia fueron: Dientes (61%), Encía Adherida (13%), Carrillo (7%) y Labios (7%).
Bessa F., Santos,J., Aguiar, C., y Do Carmo, A. (2004). Prevalence of oral mucosal alterations in children from 0 to 12 years old. Journal of Oral Pathology and Medicine, 33 (1), 17-22.
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