Los hábitos en odontología tradicionalmente han sido tratados con remedios caseros o por los profesionales con aparatos removibles de ortodoncia, sin embargo poco se ha manejado referente a la causa que desencadena el hábito, razón por la cual muchos de estos tratamientos fracasan, de allí la importancia de la preparación en la detección de problemas psicológicos que puedan afectar al paciente y a su entorno familiar, para aumentar las posibilidades de éxito en el tratamiento de los hábitos en odontología. En este trabajo se presentan cuatro casos de la práctica cotidiana donde el desencadenante del hábito tiene un alto componente psicológico.
Palabras clave: ortodoncia, psicología, hábitos, odontología infantil
The habits in dentistry traditionally have been treated with homemade remedies or for the professionals with removable orthodontics appliances, however little it has been managed with respect to the cause that unchains the habit, reason for the one which many of these treatments fail, of there the importance of the preparation in the detection of psychological problems that can affect the patient and their family environment, to increase the possibilities of success in the treatment of the habits in dentistry. In this work four cases of the daily practice are presented where the unchaining of the habit has a high psychological component.
Key words: Orthodontics, Psychology, Habits, Pediatric Dentistry
Ortodoncista, Profesor Asociado de la cátedra de Ortodoncia de la Universidad Central de Venezuela.
Estudiante de Psicología. Universidad Central de Venezuela.
Estudiante de Odontología. Universidad Central de Venezuela.
El tratamiento odontológico de ciertos hábitos como los de succión de dedos se ha manejado por años como un estereotipo de colocación de un aparato en boca del paciente el cual milagrosamente debe eliminar del cerebro del niño el reflejo de succión que conlleva al habito, sin embargo las nuevas escuelas y la mejor formación profesional que se imparte esta dejando a un lado la parte meramente mecánica para convertir a las nuevas generaciones de odontólogos en profesionales con un grado de preparación heterogénea que le permite la detección de factores que interactúan con los problemas buco-dentarios de los pacientes y les permiten el manejo dentro de un equipo multidisciplinario de salud.
El Hábito, podría ser definido como la costumbre o práctica adquirida por la repetición frecuente del mismo acto, el cual a cada repetición se hace menos consciente y si se repite con frecuencia puede ser relegado completamente al inconsciente.
Los Hábitos pueden ser de dos tipos: Hábitos Útiles y Hábitos dañinos.
Son aquellos que incluyen las funciones normales adquiridas o aprendidas como posición correcta de la lengua, respiración y deglución adecuadas, masticación, fonación etc.
Son aquellos que pueden llegar a ser lesivos a la integridad del sistema estomatognático, dientes, estructuras de soporte, lengua, labios, ATM y otros.
Como el hábito de succión, el cual al principio es funcional pero que puede tornarse en perjudicial, por la persistencia en el tiempo
Algunos hábitos se tornan placenteros, tal como algunos casos de succión digital
En pacientes con rinitis alérgica, asma, etc. La respiración bucal se torna un hábito defensivo
Algunas malformaciones congénitas de tipo hereditario pueden acarrear per se un hábito concomitante a dicha malformación, por ejemplo: Inserciones cortas de frenillos linguales, lengua bífida entre otros.
La fonación nasal en los fisurados, aún después de intervenidos quirúrgicamente, primordialmente las conocidas como golpe glótico para los fonemas K, G, J y para las fricativas faríngeas al emitir la S y la Ch.
La forma de colocar los labios y la lengua entre grupos familiares al hablar, gestos, muecas etc. Son claros ejemplos de actitudes imitativas.
Por su duración puede ser sub clasificada en:
Infantil (hasta 2 años) en esta etapa forma parte del patrón normal del comportamiento del infante, en reglas generales no tiene efectos dañinos
Pre-escolar (2 a 5 años), si la succión es ocasional, no tiene efectos nocivos sobre la dentición, si es continuo o intenso puede producir malposiciones en los dientes primarios, si el hábito cesa antes de los 6 años de edad, la deformidad producida es reversible en un alto porcentaje de los casos con relativa facilidad.
Escolar ( 6 a 12 años), requieren de un análisis más profundo de la etiología del hábito, pueden producir malposiciones dentarias y malformaciones dento-esqueletales
Pueden ser Intermitentes (diurnos) o contínuos (nocturnos)
Hay niños que succionan a cualquier hora del día, y otros que solo en la noche o para dormirse
Poco intensa, cuando la inserción del dedo es pasiva, sin mayor actividad muscular, primordialmente los buccinadores. Generalmente no se introduce el dedo completo sino distraídamente la punta del dedo.
Intensa, cuando la contracción de los músculos de la periferia labial y buccinadores es fácilmente apreciable.
Es el más común entre los hábitos de succión, los músculos activos en este hábito tienen la función de crear un vacío en la cavidad oral.
La mandíbula se deprime por acción del pterigoideo externo aumentando el espacio intraoral y creando una presión negativa.
Los músculos de los labios se contraen impidiendo que el paso del aire rompa el vacío formado.
La succión del índice puede producir una mordida abierta unilateral, y /o la protrusión de uno o más incisivos o caninos.
La succión de los dedos medio y anular puede producir una mordida abierta unilateral, protrusión de uno o más incisivos o caninos y /o intrusión o retroinclinación de los incisivos anteroinferiores.
La succión de varios dedos puede producir problemas similares a los anteriormente descritos, dependiendo del número de dedos, la frecuencia y la intensidad del hábito.
Es común primordialmente en niños, produce retroinclinación de los antero inferiores y protrusión de los superiores.
En el tratamiento de los hábitos de succión se han empleado múltiples medios de persuasión durante muchos años, la mayoría de ellos sin resultados apropiados. Bien conocidas son los viejos remedios de aplicar unciones malolientes o amargas para tratar de erradicar un hábito, sin embargo la mayoría de ellos fracasan por que no actúan sobre la causa sino sobre el efecto.
Para tratar un hábito de succión el primer paso ha de ser la detección del agente causal del mismo, muchos hábitos son derivados de situaciones comunes que al ser detectadas y adecuadamente tratadas pueden conllevar a la desaparición espontánea del hábito. De allí que hablemos en primer lugar de la “psicopatología” de los hábitos, ya que en muchos casos el hábito es una vía de escape del niño a algún agente perturbador de su inconsciente, y la manera de drenar su problema es a través del hábito. Haciendo abstracción del enfoque sexual que asigna. Sigmund Freud al habito de succión quien “considera el “Chupeteo” como una de las “manías” sexuales del niño” [3] haremos un enfoque conductista de la presencia de los mismos, Comenzaremos por aclarar que no es labor del Odontólogo, Odontopediatra u Ortodoncista el tratamiento Psicológico del niño o adolescente, pero que dentro de la concepción de multidisciplinaridad la interconsulta con profesionales de la Psicología, orientación familiar, Fonoaudiólogos, terapistas de lenguaje etc. es de gran utilidad; Al realizar la entrevista con los pacientes que son llevados a consulta por problemas de presencia de hábitos, dividimos la entrevista en dos fases:
Entrevista con el o los representantes: la mayoría de los pacientes son llevados a la primera consulta por sus madres, en segundo lugar por sus padres y en contadas ocasiones por ambos. En esta fase conversamos con el o los representantes sobre la cotidianidad de la vida del niño, como está compuesto el cuadro familiar, quienes viven con el, cuantos hermanos tiene, que estudia, sus relaciones con el resto de la familia y las relaciones de los parientes en el núcleo familiar.
Entrevista con el niño: Luego de conversar con los padres mantenemos una conversación privada con el niño tratamos de ganar su confianza y sus confidencias, es importante este primer encuentro ya que en mucho puede depender el éxito o fracaso de nuestro tratamiento si no es llevada adecuadamente la entrevista y no obtenemos la confianza del niño como la persona adulta que le quiere ayudar.
Una vez realizadas las entrevistas por separado, si lo consideramos necesario volvemos a conversar con los padres, caso contrario nos reunimos con ambos y planificamos el tratamiento.
Para una mejor comprensión de los posibles resultados de una entrevista, citaremos algunos ejemplos reales de presencia de hábitos por agentes perturbadores del aspecto psicológico del niño, detectados en nuestra consulta:
El nacimiento de un nuevo hermanito.
Una niña de 5 años de edad, es llevada al odontólogo, porque desde hace unos meses ha comenzado a succionar el dedo cada vez con mayor intensidad, sobre todo cuando esta sola, al ser entrevistados los padres manifiestan que coincide con el advenimiento del segundo hijo de la pareja, y además está acompañado de algunos cambios no muy relevantes en la conducta de la niña, antes de tratar el habito con algún tipo de aparatología, se sugiere la interconsulta con un psicólogo infantil, quien detecta el sentimiento de abandono de la niña, quien siente que ya no la quieren por que ahora a quien toman en cuenta es a su hermanito, se realizó la terapia de modificación conductual en la niña promoviendo el acercamiento y el reforzamiento del cariño hacia ella y la aceptación de su nuevo hermano dentro del grupo afectivo familiar. No hubo necesidad de colocar ningún tipo de aparato para interferir el hábito.
La muerte de un ser querido.
En este caso se trata de un niño de 7 años de edad quien es llevado por sus padres a consulta por presentar hábito de succión de los dedos índice y medio desde hace poco tiempo. Al realizar la entrevista con los padres se detecta que el niño era criado por su abuela con quien pasaba casi todo el día hasta que sus padres regresaban por la noche del trabajo, la abuela enfermó y falleció en un tiempo relativamente corto, por lo que ahora el niño es llevado a casa de un familiar al salir de la escuela y luego se recogido por su madre quien le lleva a casa.
Igualmente se recomienda la interconsulta con el especialista en psicología infantil quien enseña a los padres a manejar el duelo del niño por la pérdida del ser querido. Utilizamos un aparato con una rejilla muy pequeña solo como reforzador de la terapia, se mantuvo solo por tres meses, tiempo en el que desapareció el hábito.
El divorcio de los padres
Un niño es llevado por su madre a consulta por presentar un hábito muy arraigado de succión del pulgar que data de hace varios meses, al ser interrogada la madre relata que está separada desde hace 2 meses de su esposo en tramites de divorcio, al entrevistar al niño relata como su padre golpea a su madre cuando está borracho y en una ocasión le pegó a el porque estaba llorando mucho, si embargo relata que el padre era cariñoso y le compraba cosas cuando salían juntos. Se conversa nuevamente con la madre y se le recomienda con mucha sutileza la interconsulta con un profesional que le pueda orientar en el proceso de adaptación del niño a su nuevo estatus de vida. Paralelamente se le conversa con el niño indicándole que si el desea dejar el hábito nosotros podemos ayudarle, pero solo si el desea dejarlo, a tal efecto con el consentimiento y el compromiso adquirido por el niño se indica una placa acrílica superior con un botón en paladar como recordatorio de su decisión de dejar el hábito. Tres meses después el hábito ya no está presente, a los cinco meses se descontinúa el uso del aparato .
Relaciones sexuales.
El niño de 5 años es llevado a consulta por un amigo del odontólogo, refiriendo que es hijo de su actual novia con quien mantiene relaciones desde algo más de un año, la Joven madre de 22 años madre soltera vive en un apartamento de un solo ambiente sola con su hijo quien conoce al novio de su mamá desde hace casi 1 año y a quien le tiene mucho cariño, siendo para el como un padre sustituto ya que no conoce a su verdadero padre. Salen juntos los tres pasean los fines de semana por la tarde su mama lo busca al colegio y casi todas las noches el novio de la mamá cena con ellos. Ya en conocimiento de estos antecedente y sin razón aparente para la presencia del hábito se procede a la conversación privada con el niño quien cuenta que quiere mucho al novio de su mamá que es muy bueno con el , y con picardía relata que a veces en la noche cuando lo acuestan a dormir y ellos se quedan solos se besan, y el haciéndose el dormido los ve, y que a veces se acarician y se desnudan y ellos creen que el esta dormido pero se queda quietecito para ver que hacen como en las películas, pero a veces cree que a su mamá le duele porque se queja aunque después se siguen besando. La parte mas difícil de la entrevista con los niños es comunicarle a los padres la información que obtuvimos de la misma, en este caso debido a la confianza existente con el novio del la madre del niño, producto de una vieja amistad, les confié lo que estaba sucediendo, el niño fue orientado en el sentido de lo que significa la relación sexual entre adultos y a los padres se les recomendó mayor discreción en sus relaciones, para este momento ya están casados y con un hogar bastante estable y se superó el problema del hábito el cual desapareció con el uso de una aparatología sencilla de intercepción y la terapia conductual con el orientador.
Queda claramente evidenciada la importancia de la formación psicológica en el odontólogo para que pudiendo detectar el problema, pueda referirlo al especialista para su adecuado tratamiento o para el complemento de su terapia odontológica. "La odontología es una de las actividades sanitarias que requiere de una mayor preparación psicológica de sus profesionales para ejercerla con éxito" [4]
La detección de los agentes que pudieran estar desencadenando el hábito, y su apropiado tratamiento facilitará la intercepción del mismo y su definitiva erradicación, un aparato utilizado inapropiadamente puede modificar el patrón de un habito y convertirlo en otro aun mas perjudicial o enmascarar la aparición de otro tipo de patologías como tics nerviosos, cuadros depresivos y hasta suicidios.
El trabajo en equipo facilita la solución de muchos de los problemas en la consulta al tiempo que enriquece al profesional en conocimientos que podrá luego aplicar en sus pacientes, quienes al final de la cadena saldrán mas beneficiados, con una detección de los agentes causales y una solución adecuada a sus problemas buco dentarios.